UN DIA ENCONTRÉ LA MAGIA EN MADRID...

UN DIA ENCONTRÉ LA MAGIA EN MADRID
Acompañaba a mi mi madre a comprar en el mercado de Vallecas casi siempre y cuando salía iba como entre las nubes. ¿Sería eso el cielo? A mi madre le gustaba verme feliz y me compraba lo que más me gustaba a mi. Membrillo de colores, verde, rojo y naranja. Estaba delicioso. Otro día se me antojaban unas lustrosas manzanas rojas y disfrutaba mientras ella compraba, y yo me las iba comiendo poco a poco para que me durasen más.
Pero el día que salí del mercado mas feliz fue cuando ella me compró una maceta con unas margaritas blancas preciosas. Es que tenía que hacer un trabajo para la clase de dibujo y esas flores, en cuanto las vi, supe que eran las mejores que yo podría dibujar. Y que quedaron preciosas. Mi profesor me puso una buena nota por ese trabajo. Y las margaritas me duraron todo el verano. Nunca lo olvidaré, por eso, a mi madre siempre la escribí versos mientras vivió y después de muerta, también. Cada año renuevo esa promesa de amor. Fue para mi una madre perfecta. Otro día os hablaré de su nombre.