Vistas las diversas opiniones de unos y otros, todas muy respetables, y sin aparcar en ninguna ideología política, a las que soy alérgico, expongo, bajo mi punto de vista, claro, que el señor Rajoy es un gobernante blando, sin el suficiente empuje y coraje para ser un verdadero estadista. Todo su tinglado se desmoronará como un castillo de naipes, con la cercana venida de un nuevo "franquillo". Que algunos se aten los machos.