Enrique Peña Nieto, el hombre que lidera con gran ventaja...

Enrique Peña Nieto, el hombre que lidera con gran ventaja las encuestas para convertirse en el próximo presidente de México, fue incapaz de citar el sábado en la Feria del Libro de Guadalajara (FIL) tres libros que hayan sido importantes en su vida. "Pues he leído varios, desde novelas, que me gustaron en lo particular. Aunque difícilmente me acuerdo del título de los libros. La Biblia es uno", dijo el líder del PRI tratando de salir del apuro.

Durante cinco minutos él mismo se fue enfangando en un circunloquio que incluye frases memorables: "Me gustó la Silla del Águila de Enrique Krauze (cuando en realidad es de Carlos Fuentes), he leído la Biblia, pero no toda" o "las lecturas históricas son de mi particular agrado" (o sea, que le gustan). Y así durante cinco interminables minutos en los que, nervioso y dubitativo, miraba a sus colaboradores en busca de ayuda. Ellos miraban a los lados, se rascaban la cabeza o le hacían gestos con los dedos a la altura de la boca para que cortara con la respuesta. La carcajada en la sala ya era ostensible. También lo sudores fríos de la primera fila.

Sólo diez minutos antes de la rueda de prensa, Peña Nieto, llegaba de hacer un derroche escénico digno del mejor Barack Obama. Durante 45 minutos habló de la cultura, de abrir Pémex a la empresa extranjera, de acabar con la pobreza, de invertir en seguridad y de fomentar la educación y la cultura. Tres cuartos de hora de tono convincente y sin interrupciones. Sólo las cadencias justas para el aplauso y el vaso de agua. Tres cuartos de hora de dedos abiertos, dedos en forma de círculo, y dedos apuntando al oyente.

El Mundo