La ola de calor del
verano provocó más muertes en
Zaragoza que las que causó la pandemia en esos meses.
RAMÓN J. CAMPO.
En
Zaragoza a los maños no les regalaban mascarillas como en
Madrid, les regalaban abanicos, gracias a Dios aunque el
virus sigue, el calor ya se ha pasado.
En el Sahara paso igual.