Y tanto, hasta los adoctrinados no se dan cuenta de que lo son, parecido al sindrome de la ignorancia, que todos la detectan menos el interesado. Son cosas de costumbre y tradiccion, sin doctrina ni dogma, la fé no tendria sustento y los pastores no apacentarian sus ovejas. El aroma del incienso, tranquiliza al ganado.
La verdad es que eres un gran gilipollas de cuidado, al final te mandaré a la cuadra con los cabestros, tienes todos los números de la rifa.