¡QUÉ COÑOS ENTENDERÁ CIERTA GENTE ACERCA DE LA LIBERTAD...

La prisión de Pablo Hasél es el signo más claro del retroceso legal en las libertades de la última década, diseñado por los ex ministros Gallardón y Fernández Díaz. Anteriormente estas restricciones de derechos las sufrieron personas que contaron chistes de Carrero Blanco, titiriteros que representaron una obra de marionetas o grupos musicales por las letras de sus canciones. Hay que abordar una reforma amplia del Código Penal. Es propio de estados autoritarios castigar expresiones con cárcel.

¡QUÉ COÑOS ENTENDERÁ CIERTA GENTE ACERCA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN! Da pena.