La mayoría, pero no se quedan precisamente en las casas de quienes les facilitan la llegada.
Empresario. Dices que no se quedan en las casas de quienes les facilitan la llegada. Faltaría más. No es lo mismo predicar que repartir el grano. Ya, Ya. Sería un gesto solidario y fraternal. A mí plin, digo lo que siento. O también repartir lo necesario: ropa, comida, alojamiento... Seguro que con un milloncejo haríamos una bonita obra solidaria y caritativa. ¿No salían antes los religiosos pidiendo para el Domun? Pues tendería que ser lo
políticos y eso que hacemos mucho dando lo que uno pueda:
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