A primera vista, sostiene Bruselas, ese embargo comercial "parece vulnerar el acuerdo de asociación entre la UE y Argelia de 2005”, particularmente en el área de comercio e inversiones. Algo que conduciría “a un trato discriminatorio hacia un estado miembro y afectaría negativamente el ejercicio de los derechos de la Unión previstos en el Acuerdo”. La misma lectura ha hecho Albares, quien ha constatado que Bruselas y Madrid valoran "exactamente igual" la decisión argelina.
Perico, vete con Zapatero.