En tu mente no puede estar el Eterno, porque la tienes...

En tu mente no puede estar el Eterno, porque la tienes atrofiada. Tu engreimiento y presunción son gigantescas. A Dios yo lo siento en mi corazón y los otros que creen en Él, también. Pero, decírtelo a tí, ateo descreido, es perder el tiempo. Tienes tu pensamiento tan viciado, que ya es inútil intentar hacerte comprender: Eres una mata que no ha echado fruto. Identificar al Padre Creador con héroes de cómics, es propio de idiotas.

Una y otra vez, repites las mismas sandeces. Una y otra vez, extiendes tus blasfemias a tu alrededor. Terminarás como todos los ateos sacrílegos, con un final horripilante. Vas de listo por la vida y tus palabras sin sentido, ni certeza, dan testimonio de tu supina ignorancia. Criaturas como tú, constituyen la vergüenza de la raza humana. Los sin Dios, los impíos, constituís una degeneración del género humano. No sois borregos ¡qué más quisiérais que ser ovejas del Señor! Sois lobos feroces, siempre prestos a devorar los corazones y las mentes de los que se hacen eco de vuestras difamaciones y aseveraciones calumniosas contra la Divinidad.

Sí, no mientas. Disfrutas pensando que puedes convencer a los demás, pero ya se te ha visto el plumero en este Foro y precísamente, porque cada cuál sabe y reflexiona, todos son conscientes de tu proceder satánico. El poder infernal estará muy orgulloso de tí, adversario de Dios. Ya no tienes eco y, en general, todo el mundo desprecia tus palabras carentes por completo de la gracia divina, de la reverencia sublime que todo corazón agradecido guarda hacia su Padre Celestial. ¿Te gusta la andanada? Pues, nunca me cansaré de luchar contra tí, defendiendo al Señor del Cielo y de la Tierra. Es verdad que no tienes fe, es cierto que careces de amor a lo sagrado, pero es porque tu corazón es de piedra y tu mente un receptor de Lucifer, al que, con todo afán, sirves.

Pronto serás juzgado y pronto obtendrás tu veredicto. Acuérdate de la mujer atea de los Estados Unidos y su trágico final. La verdad que crees decir, nada tiene que ver con la verdad auténtica. Sólo eres una desquiciada criatura enemiga de Dios y en realidad, un censurable y malévolo ignorante.

Te compadezco. Eres un árbol malo y de tí no pueden salir frutos buenos.