COMO SI FUERA UN MILAGRO
Aquel viernes del mes de mayo, el hombre aquel venia derrotado y con la moral por el suelo, al salir de un gran Hospital de Madrid, donde casi le anunciaban que se quedaría invalido, al tener en sus caderas liquido acumulado, que ya antes le había sido extraído, y que parecía seguir dañando su forma de andar, habiendo estado ingresado hacia muy pocas fechas, esa mañana no le ingresaron, solo le efectuaron ecografías, y análisis de sangre, multiplicándole su tratamiento de medicinas, que solo el pensarlo el hombre temblaba, al subir al autobús municipal, sus piernas parecían torpes e invalidas, y por el camino a su domicilio, aquel hombre pensó, yo soy ateo, no puedo pedir milagros, pero por su mente enseguida paso la sombra de su madre fallecida hace 15, años y medio, y en su mente se comunicó con ella, diciéndola, si voy a ser un humano sin poderme mover, y lleno de dolores como estoy ahora mismo, quítame del medio, no merece la pena estar tan mal de salud o dando la lata, El autobús municipal le llevaba hasta su domicilio, y de la parada a su casa unos 100, metros, en ese momento un calor por todo el cuerpo de estos placidos, le hicieron pensar y decir de este mal momento tengo que salir adelante. Y empezó a caminar erguido sin ningún dolor, sin ninguna duda en sus piernas. Los medicamentos ni caso, y subiendo a su domicilio notaba esa fuerza que le había abandonado hace más de un mes. y que le tenía sumido en una depresión sin salida normal. Aquel viernes por la tarde salió de paseo, hora y media andando, como hacía tiempo que no lo andaba, y el sábado de nuevo a caminar hora y media por la mañana, y así sucesivamente, hasta dar por vencido aquel mal que nadie la aseguraba cual era. Solo un milagro es posible, pero el hombre aquel ateo de convicción y amante de su madre, muy cristiana y buena persona, parece que le tenía en su recorrido donde este, y no le quería dejar hundido y sin fe en poder vivir, con tantas limitaciones. G X Cantalapiedra.
Aquel viernes del mes de mayo, el hombre aquel venia derrotado y con la moral por el suelo, al salir de un gran Hospital de Madrid, donde casi le anunciaban que se quedaría invalido, al tener en sus caderas liquido acumulado, que ya antes le había sido extraído, y que parecía seguir dañando su forma de andar, habiendo estado ingresado hacia muy pocas fechas, esa mañana no le ingresaron, solo le efectuaron ecografías, y análisis de sangre, multiplicándole su tratamiento de medicinas, que solo el pensarlo el hombre temblaba, al subir al autobús municipal, sus piernas parecían torpes e invalidas, y por el camino a su domicilio, aquel hombre pensó, yo soy ateo, no puedo pedir milagros, pero por su mente enseguida paso la sombra de su madre fallecida hace 15, años y medio, y en su mente se comunicó con ella, diciéndola, si voy a ser un humano sin poderme mover, y lleno de dolores como estoy ahora mismo, quítame del medio, no merece la pena estar tan mal de salud o dando la lata, El autobús municipal le llevaba hasta su domicilio, y de la parada a su casa unos 100, metros, en ese momento un calor por todo el cuerpo de estos placidos, le hicieron pensar y decir de este mal momento tengo que salir adelante. Y empezó a caminar erguido sin ningún dolor, sin ninguna duda en sus piernas. Los medicamentos ni caso, y subiendo a su domicilio notaba esa fuerza que le había abandonado hace más de un mes. y que le tenía sumido en una depresión sin salida normal. Aquel viernes por la tarde salió de paseo, hora y media andando, como hacía tiempo que no lo andaba, y el sábado de nuevo a caminar hora y media por la mañana, y así sucesivamente, hasta dar por vencido aquel mal que nadie la aseguraba cual era. Solo un milagro es posible, pero el hombre aquel ateo de convicción y amante de su madre, muy cristiana y buena persona, parece que le tenía en su recorrido donde este, y no le quería dejar hundido y sin fe en poder vivir, con tantas limitaciones. G X Cantalapiedra.
Buenos días Cantalapiedra.
Si vuelves a ver a "ese hombre derrotado..." que ayer ya vive con alegría, y elevadas nuevas ganas de seguir, dale un saludo y mis parabienes.
Como bien relatas, no es imprescindible ser de "aquí" o de "allá" para creer en nuestro "aquí" o "allá".
"Cuando un humano siente que se ahoga, por instinto de supervivencia, "fe", se agarra a un clavo ardiendo"
Buen domingo.
Si vuelves a ver a "ese hombre derrotado..." que ayer ya vive con alegría, y elevadas nuevas ganas de seguir, dale un saludo y mis parabienes.
Como bien relatas, no es imprescindible ser de "aquí" o de "allá" para creer en nuestro "aquí" o "allá".
"Cuando un humano siente que se ahoga, por instinto de supervivencia, "fe", se agarra a un clavo ardiendo"
Buen domingo.