Tragaperras
Caminas hacia ella y desentierras
con la bolsa, la vida. A su vacío
corazón te insinúas, a su trío
improbable de números te aferras.
Forzado a disponer de tu albedrío,
tragas tu perra vida en tragaperras;
más
guerras no conoces que las guerras
a puño abierto en pie contra el hastío.
Aquí urdirán mañana alguna juerga
cuando ya te hayas ido y ya se haya
cursado tu deber de haber perdido.
Charlarán los mortales en su jerga
mientras un
hombre vuelve mientras calla
con la forja vacía hacia el olvido.
(
Poema tomado de Urbi et orbi.) David Leovigildo García.