No, no nos hemos olvidado, a ver si echamos mano del...

Lo que piensa una madre refugiada.

La tarde palidece por momentos
pobre de luz, rica en melancolías,
que me hacen recordar las melodías
de poemas y bellos pensamientos.

Tarde de fin de invierno, sentimientos
de gran rencor, amor sin alegrías
que convierten en años cortos días
y acrecientan las penas y tormentos.

Abandono de la diosa Fortuna,
Abandono con toda la belleza
de este cielo, donde hoy reina la luna.

¿Se ha alejado del mundo la nobleza?
LLoro y sueño con esa alegre cuna
que causa este dolor y esta tristeza.

Noemí

Nos hemos olvidado de los refugiados?

No, no nos hemos olvidado, a ver si echamos mano del baúl y sale algo.

Un abrazo.