SILES, ¡CASI NA!...

SILES, ¡CASI NA!

Los de Siles anocheres gratos
tras el calor del agobiante día,
invitan a pasear, a expansionarse,
a gozar del ambiente con delicia.

Las otrora casi dormidas calles
ahora despiertan llenas de alegría,
se aproximan las estivales fiestas
y un ingente gentío les da vida;

vida efímera que se irá volando,
dejando un halo de melancolía,
volverán al silencio en el otoño
y volverá la vida a ser tranquila.

Así es este entrañable pueblo mío,
bonito y peculiar en gran medida,
pequeño, pero grande por su historia,
por su hospitalidad tan exquisita,
por su encanto, que a todos enamora,
por ese duende, en fin, que nos cautiva.

Plazalagua.

¡Hola, queridos amigos! Por aquí asomo después de algunos meses; confío en que, poco a poco, intervenga mas asiduamente. Esta vez lo hago con este poema de versos endecasílabos y rima asonante en los pares, dedicado a mi querido pueblo que he escrito recientemente, próximas las fiestas en honor de Nuestra Señora de la Asunción y San Roque.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Ya te echábamos de menos, pero apareces y todo brilla.

Todavía sigue la fiesta?

Enhorabuena y a divertirse.

Un abrazo, querido amigo.
Hola Plazalagua: Me alegra verte por aquí. Ya sabes que te echamos de menos, aunque entendemos tus múltiples ocupaciones. El poema puede considerarse un
bello romance heroico, muy bien planteado para la ocasión de las fiestas de Siles, que deja la típica melancolía cuando de acaban. No obstante, siempre queda la esperanza de volver a disfrutar el año que viene.

Un abrazo, amigo.