Hola Mari, y pensar que el libro ese hube de comprarlo...

Hola, buenas tardes,
Siguiendo el ritmo de las letras, ahí os envío un trocito de Nostalgia de un Pueblo, y una poesía. Viene de la página 123...

Cualquier persona que hubiera presenciado este panorama habría advertido que allí vivía un español. Pero no un español por el mero hecho de serlo mediante el pasaporte, sino un español que sentía verdaderamente las costumbres y tradiciones de su tierra. Tales eran estos sentimientos, que cierto día decidió marcharse definitivamente impulsado por la nostalgia. Lo hizo además de esa manera típica del emigrante, es decir, sin pensárselo: cogió las maletas y se piró. Su marcha la sintió profundamente toda la colonia de españoles, en especial sus amigos más íntimos, como Carlos, El Poeta, quien le aplicó el siguiente soneto:

Saliste de tu patria al extranjero
forzado por el mal de la pobreza
volviste retornado y sin riqueza
a modo de un tozudo majadero.

La suerte de juntar algún dinero
llevada con excesa ligereza
hicieron con tantísima torpeza
un sueño vanidoso y temporero.

Con manera de obrar tan imprudente
precisas un milagro convincente
que concluya tu ambiciosa pretensión.

Pero si esta se te trueca en decepción
volver a esta tierra nuevamente
será por fin la única solución.

Pero el Trompas no volvió de nuevo a Alemania como Carlos y otros compañeros habían presentido, y lo que sí fue cierto, es que su ausencia causó un revuelo tan descomunal, que días más tarde siguieron su ejemplo otros cuantos más. Esto otro era también muy típico entre los emigrantes: la alegría de uno por retornar a la patria contagiaba a otros, que al igual que El Trompas se marchaban de manera precipitada e imprudente.

Espero os gustara. Saludos Domingo

Esta bien Domingo, coincido con lo que dice Noemi, y es que somos muy clásicas en ese aspecto.

Yo ya lo había leído en el citado libro.

Saludos.

Hola Mari, y pensar que el libro ese hube de comprarlo varias veces para regalarlo, y que la editoral no me pagó los rederchos de autor. Así, que escriban ellos...