Buenos días, Marisol....

Buenos días, Marisol.
¿Qué pasa por el Levante?
En este día en que el sol
nos está dando desplante,
no podía dejar de veros;

Pues no quiero que digáis
que por Madrid he pasado
y, sabiendo donde estáis,
el Bar no haya visitado,
cuando ha de ser lo primero.

Cuando vine el otro día,
con los guízcanos aquellos,
solo me encontré a María
-ella se quedó con ellos-.
¿Dónde estabais los demás?

Y me han dicho que, a otro día,
Carlos vino y tropezó,
rompiendo la estantería.
¡Con buen aire comenzó!
¡No lo olvidará jamás!

No exijas tanto, Aparicio,
pidiendo que te indemnice;
lo pones en precipicio,
aunque él no se asusta, dice,
porque sabe defenderse.

Mejor es que sea tu empresa,
quién le ayude en el siniestro,
porque, si Carlos regresa,
golpeando con brazo diestro,
el Bar va a estremecerse.

Creo que, esta mañana, vino
con la cabeza vendada.
Que había hecho algún desatino,
Aparicio relataba,
creyéndole lesionado.

Pero no: Era una cinta,
o, tal vez, era un pañuelo;
porque, Carlos, es un pinta,
y quiso tomar el pelo
al Aparicio enfadado.

...

Algún forero hay rondando,
que a nuestro teatro entraría,
pero se lo anda pensando:
el cree que molestaría.
Son sus miedos infundados.

Aquí es bien recibido
quién viene con buen talante;
pues, para nadie es prohibido
pasar al Café Levante.
Pase usted, y hágase un lado.

Existe una nueva chica,
que, yendo hacia la cocina,
nos ha dicho modosica,
que la noche es su enemiga.
¿O ha sido que le entristece?

Se llama Maria Eloisa,
según algunos me han dicho,
y, me juego la camisa,
a que el teatro es su capricho.
Mi bienvenida merece.

...

Hay que buscar un evento
Que anime nuestro cotarro,
Y creo que ahora es el momento
Para, sin gran despilfarro,
Nochevieja preparar.

A mí me han dicho que Albert
-que canta fenomenal-,
con Aparicio va a ver
si le firma el recital.
Será un éxito del Bar.

...

¡Oye! Y de la lotería,
¿quién la estará preparando?
¡A ver si nos llega el día,
como estamos esperando,
y nadie a jugar asoma!

Y es que estamos convencidos
de que algo puede tocar
(y más si estamos unidos).
Con que ¡vamos, a jugar!
Esto no es ninguna broma.

Ciudadana ya lo ha dicho,
por activa y por pasiva,
que aquel que tenga capricho,
prepare ya su misiva,
¡que la estamos esperando!

Y ya me voy de camino.
¡Andaaa, si no me he mojado!
Ponme, Marisol, un vino,
del que me tienes guardado,
y ya, me voy animando.