Buenas tardes a todos....

Buenas tardes a todos.
Marisol, tengo la lengua raspando,
todo por ese café
que esta mañana, volando,
tu a mi me hiciste beber.
Bueno, a decir verdad,
no fue culpa tuya, perdona,
es que vengo "alterá"
porque hoy almorcé pringá
y la barriga lo nota.
Aparicio, gente fina
se nota hoy por aquí,
¿algo nuevo en la cocina
se prepara?. Veo que si,
quizás unos torreznitos
recién traídos de allí,
de allí donde los cerditos
viven plácidamente, ¿a que si?
Ya se que yo siempre comiendo,
y no lo puedo evitar,
que ando contínuamente moviendo
el citado paladar.
Pero de esta noche no pasa
que me retenga un poquito,
que cuando llego a mi casa
más que mujer soy borrico,
derechita a la cocina
por si sobra algo del almuerzo
y antes de hacer la cena
me lo zampo yo con queso.
En fin, cosas de la vida.
Pero, veo gente nueva,
parece ésto una movida
de lo más zalamera.
Esto casi está completo,
Plazalagua en su mesita,
Conchy y Seve disfrutando
de su tapa favorita.
(Otra vez con la comida,
es que no tengo remedio,
que cualquier dia de éstos
estoy en el cementerio).
D. Carlos, que como siempre,
los ojos se le disparan,
cada vez que una gachona
pasa con su minifalda.
Por Dios, D. Carlos,
que los años son los años,
y las cosas van dejando
de ser...., vaya, como antaño.
(Lo digo por el tamaño).
Juan, calladito y pensando,
y Marisol que lo observa
por si lo encuentra llamando.
María a su bola,
de la cocina a la barra,
de la barra a la cocina,
corriendo como una loca
con cara de regañina.
Alber Hamon como siempre,
tarareando canciones;
éste en su mundo vive
todo lleno de ilusiones.
Ana Lorca, ¡qué señora ¡,
toda bella y enjoyada,
pero me parece a mi
un poquito desmayada.
Pues ahora mismo le grito
desde la barra,
por si quiere acompañarme
a beber leche merengada,
que me parece a mi
que es cosa de señorío,
que yo la leche la bebo
como cae en el botijo.
Pero, que veo allí,
en aquella mesa al fondo,
una muchachita nueva
que apareció por aquí.
Aparicio, y esa chica
sabes tu cómo se llama?
Hijo de mi alma, tu con lo tuyo,
las cuentas, el dinero, "la metralla",
como dicen en mi pueblo
a los jefes de las bandas.
Marisol, esa chiquita tan mona,
¿la habías visto por aquí?,
yo nunca la había visto,
pero me parece a mi
que está contenta,
y eso me alegra,
que la gente risueña
quita de la vida penas.
Dicen que se llama Sigrid,
que éso es nombre de poeta,
seguro que con el tiempo
la conocemos de veras,
que en este Café Levante
bueno se hace "to" el que entra.