¡Que yo no aguanto borrachos!...

¡Que yo no aguanto borrachos!
comienzo a estar muy harta,
que todas las noches, niño,
vienes ebrio, con muchachos
que ríen tus payasadas
que te gastas el dinero
en juergas y noches largas,
y mis protestas airadas
jamás me sirven de nada,
¡olvida ya mi ventana!
y lleva tu musiquita
a casa de tu cuñada
la viudita de tu hermano
que ríe mucho tus gracias,
¡a mi me sobran los hombres
en invierno y en verano!.

(Del rescate)