La hoja de ruta de la claudicación ante la ETA sigue...

La hoja de ruta de la claudicación ante la ETA sigue su curso, inexorable. Tras concederles a los monigotes de la banda asesina más poder político e institucional del que nunca tuvieron (la Diputación de Guipúzcoa, el Ayuntamiento de San Sebastián y un buen número de consistorios del País Vasco y Navarra; en la provincia guipuzcoana, concretamente ¡77 alcaldías de 88!), ahora toca hacer realidad uno de los más profundos anhelos etarras: mediante la correspondiente escenificación propagandística, dotar al 'conflicto vasco' de un carácter 'internacional'. De ahí el siniestro conciliábulo de San Sebastián, que, como no podía ser de otra manera, se ha dado en llamar 'conferencia de paz'. Sabido es que tan manida palabra sirve lo mismo para un roto que para un descosido, y frecuentemente para ocultar la verdad bajo el espeso manto de unas supuestas (e inexistentes) buenas intenciones: porque la única 'guerra' que ha habido en el País Vasco es la que ha derivado del 'enfrentamiento' entre las pistolas de los asesinos etarras y las nucas de sus indefensas víctimas.