«En España tendemos a pensar que nadie se va a meter...

«En España tendemos a pensar que nadie se va a meter con nosotros»

El director del Instituto Español de Estudios Estratégicos habla de la amenaza del yihadismo
Miguel Ángel Ballesteros General
General director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEES), Miguel Ángel Ballesteros cerró ayer en el Centro de Servicios Universitarios 'La aventura de conocer' con una charla titulada 'Panorama geopolítico de los conflictos. El papel del yihadismo'. Durante el acto presentó su último ensayo sobre la materia, 'Yihadismo', de la editorial Huerta Grande, que acaba de lanzar la segunda edición.

¿Hasta qué punto está España en el punto de mira del yihadismo?

Quedó claro el 11 de marzo de 2004, y todos los años las fuerzas de seguridad detienen a decenas de personas dispuestas a la yihad por lo que denominan Al Andalus, que viene a ser toda España menos Asturias y poco más. Forma parte del imaginario de tierras musulmanas que hay que recuperar para el islam.

«El gran triunfador del embrollo sirio es Rusia, que mantiene su base en el Mediterráneo»«Europa lleva décadas bajo el paraguas de EE UU, Obama ya pedía mas implicación»«La mayoría de las víctimas de la yihad son musulmanes, no carguemos contra ellos»
¿Falta conciencia de la situación?
En España tendemos a pensar que como nosotros no tenemos la menor intención de meternos con nadie, nadie se va a meter con nosotros. Tal vez sea falta de cultura en seguridad, en defensa, en cómo funciona el mundo.

Boko Haram gana terreno en África.
Es el grupo terrorista que más asesina en África, pero tampoco hace falta llegar hasta Nigeria. También hay terrorismo en el Magreb y en el Sahel, muy cerca de nuestro territorio, y es un peligro para toda Europa. Afortunadamente la colaboración con países como Marruecos y la eficacia de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad permite que no haya atentados desde hace trece años, pero hay que prestar mucha atención a la frontera sur.

¿Cómo se podría reforzar?
Lo primero hay que quitarle al Daesh el territorio que controla y le proporciona recursos materiales, humanos y financieros, como ya se está haciendo, y con eficacia, en Irak y en Siria. La segunda línea es evitar que los que logren escapar encuentren el refugio que buscan en territorios como el Sahel y la tercera, y no menos importante, luchar contra la radicalización. Y es una lucha de largo recorrido.