Anda que no pides poco hija mia, buenos vecinos, poco egoismo, sin botellón.... me parece, Mª Eloísa, que no se te va a arreglar, bueno sí, parte de ello lo tendrías en la isla desierta que no te gusta, no hay botellones, no hay malos vecinos, no hay autoritarismo... solo tú puedes ser la egoista, toda la isla para tí sin quitarle nada a nadie, ¿qué más quieres?. Un saludo

Hola Seve, mi abuelo siempre me decía: Tu, hija, pide por esa boquita, que lo mismo cae algo.
Pues eso, por pedir que no quede, y no es que yo sea más egoísta que los demás, es que me gusta lo que me gusta y punto, igual que yo no obligo a nadie a nada, pues tampoco quiero que me tenga que gustar lo que le gusta a los demás, todo ésto dicho con gran cariño, que algunas veces parezco la mala de la película.
Saludos.

Pues una isla desierta así sin más, a mi no me mola mucho, yo soy más de ciudad, de cines, de buenas bibliotecas, buenos restaurantes, buenos parques, buenos vecinos, pocas botellonas, pocas cirrosis hepáticas, poco egoismo, poco autoritarismo.... En una isla desierta, además de una isla desierta, ¿qué hay?

Tu lo has dicho estupendamente. Un saludo.

Hombre, las leyes naturales no deberían regirnos, pues es sabido que en la naturaleza el pez grande se come al chico, y el fuerte acaba con el débil. Yo no creo que los humanos podamos situarnos a ese nivel de libertad, porque entonces tendríamos un nuevo Hitler, ¿no te parece? Un saludo.