PALACIOS REALES Y CONDALES DE LA CIUDAD DE LEÓN

El palacio de Torreblanca

Palacio de hidalgos leoneses con gran portada de piedra y arco de medio punto, fachada de ladrillo y adornos renacentistas. Pertenece al siglo XVII y ha sufrido varias renovaciones.
Se sabe que en 1672 pertenecía a un caballero del hábito de Santiago, regidor y alcalde mayor perpetuo de León, don Alejo de Olmos Pimentel, así como regidor de la coronada villa de Medina del Campo.
Más adelante pasó al marqués de Torreblanca, de la familia de los Quiñones, don Alejo de Olmos Quiñones y Girón, corregidor de La Coruña.
A fines del siglo XVII fue adquirido por doña Teresa Ruiz de Herrera, casada con el señor de Cembranos don Andrés Escobar. Luego pasó a don Bernardo Escobar, casado con doña María Álvarez Acebedo, matrimonio que se distinguió mucho en la resistencia leonesa contra la francesada. En su casa se alojaron personajes ingleses y desde ella salían los patriotas leoneses comunicando avisos y llevando calzado, mantas, lienzos, camisas para los soldados, todo ello donado por este matrimonio.
La casa fue saqueada por los franceses, que no dejaron más que algún adorno en las paredes.
Una nieta de aquel matrimonio vino a ser la propietaria de la mansión, dona Eusebia Escobar y Acerena, que se casó con un general guipuzcoano, don Pedro Balanzategui y Altuna, que dejó el ejercito y llegó a ser nombrado alcalde de León.
Más tarde se alistó al ejercito carlista y dirigía una partida de combatientes por la montaña. Fue hecho prisionero en Valcovero, cerca de Velilla del Carrión, y fusilado por la guardia civil un seis de agosto de 1869.
En esta casa se instalo el telégrafo en los últimos días del año 1857, luego pasó a gobierno civil; fue adquirida por el Casino Leonés y más tarde por la sociedad Nuevo Recreo Industrial, actual propietario.