Manos negras de quien las quiere manchar en la mina:, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

Manos negras de quien las quiere manchar en la mina:

Hubo un tiempo en el que se pusieron de actualidad las manos blancas de quienes pedían causas nobles: convivir en paz, vivir sin violencia, pasear sin miedo, trabajar sin escolta...

Los tiempos van cambiando y los anhelos también. Malos años para quienes quieren vivir del sudor de su frente, para quien no pide el regalo del maná sino la justicia de arrancarle a la tierra el sueldo, para quienes quieren levantarse y no sentarse al sol sino caminar hasta el tajo, la tierra que arar, el ordenador en el que escribir, el teléfono que atender, el coche que arreglar...

Manos negras de causas tan justas como el derecho que nos habían prometido como primer mandamiento de nuestra convivencia: “Todo español tendrá derecho a un trabajo digno”.

Hay tanto miedo y se avecina tanta angustia que casi nadie pronuncia lo de digno, se conforman con que sea trabajo. Ni siquiera esperan que sea bien pagado, se conforman con cobrar...

Manos negras de los niños que están creciendo en medio de miedos. No son cuentos de miedo, es el miedo de su padre a que mañana no haga falta que suene el despertador, es el miedo de su madre a no tener que compartir su tiempo con un trabajo, es el miedo de su abuelo a que la pensión no llegue para todos, es el pánico de su pueblo a que las minas vuelvan a ser cuevas vacías.

O con Alí Babá en su interior.

Mauricio
Peña.
Fulgencio
Fernández