ZAPATERA:
- Ven aquí que te seque
y no vuelvas a defenderme.
Yo ya sabía sus cantares
pero a mi no se atreven
a decirme lo que me quieren.
Me quisieran ver colgada
de un pino en la plaza
pero yo solo me cuelgo
un crucifijo al cuello.

Si serán cobardes y ruines
pero yo las conozco
como si fueran mis hijas
que a Dios gracias no tas tuve.
Antes muerta que sencilla.
Ven a tomarte un chocolate
mi niño, mi flor querida
y déjalas solitas que rabien
que canten por bulerías,
que envidien y que se jodan
que soy una mujer con mucho arte.

Y si te vuelven a cantar coplas de mi,
no te canses de aplaudir.
Que a esas memas yo les doy mil vueltas.
Que vengan y que me canten
que verás con qué arte las canto yo.
Pero quia, son tan cobardes
como gallinas cluecas.
Si sabré yo de qué calaña están hechas.