ESCENA III...

ESCENA III

Músicos, cantando, y criados, dando de vestir a SEGISMUNDO, que sale como asombrado, CLOTALDO Y CLARIN.

! Válgame el cielo, qué veo!
! Válgame el cielo qué miro!
Con poco espanto lo admiro,
con mucha duda lo creo.
¿Yo en palacios suntuosos?
¿Yo entre telas y brocados?
¿Yo cercado de criados
tan lucidos y briosos?
¿Yo despertar de dormir
en lecho tan excelente?
¿Yo en medio de tanta gente
que me sirva de vestir?
Decir que sueño es engaño;
bien sé que despierto estoy.
¿Yo Segismundo no soy?
Dadme, cielos, desengaño-
Decidme, ¿qué pudo ser
esto que a mi fantasía
sucedió mientras dormía,
que aquí me he llegado a ver?
pero sea lo que fuere,
¿quién me mete en discurrir?
Dejarme quiero servir,
y venga lo que viniere.

CRIADO 1.º
(Aparte al criado 2º y a Clarin,)
! qué melancólico está!
CRIADO 2.º
¿Pues a quién le sucediera
esto que no lo estuviera?
CLARÍN
A mí.
CRIADO 2.º
Llega a hablarle ya.
CRIADO 1.º
(A Segismundo,) ¿Volverán a cantar?
SEGISMUNDO
No,
no quiero que canten más.
CRIADO. 2º
Como tan suspenso estás
quiese divertirte.
SEGISMUNDO
Yo, no tengo de divertir
con sus voces mis pesares.
las músicas militares
sólo le gusta de oír.
CLOTALDO
Vuestra Alteza, gran señor,
me dé su mano a besar,
que el primero os ha de dar
esta obediencia mi honor.
SEGISMUNDO
(Ap. Clotaldo es; ¿pues cómo así,
quien en prisión me maltrata,
con tan respeto me trata?
¿Qué es lo que pasa por mí?
CLOTALDO
Con la grande confusión
que el nuevo estado te da,
mil dudas padecerá
el discurso y la razón;
pero ya librarte quiero
de todas (Ap. si puede ser),
porque has, señor, de saber
que eres principe heredero
de polonia. Si has estado
retirado y escondido,
por obedecer ha sido
a la inclemencia del hado.
que mil tragedias consiente
a este imperio, cuando en él
el soberano laurel
corone tu sugusta frente.
Más fiando a tu atención
que vencerás las estrellas,
porque es posible vencellas
un magnánimo varón,
a palacio te han traído
de la torre en que vivías,
mientras al sueño tenías
el espíritu rendido.
Tu padre, el Rey mi señor,
vendrá a verte, y dél sabrás
Segismundo, lo demás.
SEGISMUNDO
Pues vil, infame y tridor,
¿qué tengo más que saber,
después de saber quien soy,
para mostrar desde hoy
mi soberbia y mi poder?
¿Cómo a tu patria te has hecho
tal traición, que me ocultaste
a mí, pues que me negaste,
contra razón y derecho,
este estado?
CLOTALDO
! Ay, de mí triste!
SEGISMUNDO
Traidor fuiste con la ley,
lisonjero con el Rey
y cruel conmigo fuiste;
y así el Rey, la ley y yo,
entre desdichas tan fieras
te condenan a que mueras
a mis manos.