FERIA DE ABRIL EN JEREZ (De José Mª Pemán).
Y es qué Andalucía
es una Señora,
de tanta hidalguía
que apenas le importa,
lo material;
ella es la inventora
de esa fantasía
de comprar, vender y mercar,
entre risas, coplas, fiestas y alegría,
juntando a la par, negocio y poesía
la Feria es un modo de disimular.
Un modo elegante
de comprar y vender
se le oía decir a un tratante:
¡Ay que ser inglés
pa jasé un negocio ¡
poniéndole a un socio
un parte, con veinte palabras medías,
que cá palabra cuesta un dinerá:
“Compro vagón, muelle, cinco tonelás,
stóp, urge envío. ¡Qué cursilería ¡
En Andalucía, con veinte palabras,
no hay, ni pa empezá.
Que al trato hay darle
su poquito de sal;
lo de menos quizás
es la venta, la gracia, el aqué,
el decir que no vuelvo..... y volver,
y darle al negocio
su sal y pimienta
como debe ser.
Negocio y poesía
Feria de Jerez,
rumbo y elegancia
de esta raza vieja
que gasta diez duros
en vino y almejas
vendiendo una cosa
que no vale tres.
Jerez: Su cielo bonito
se viste de oro y añíl;
lo mismo iba Joselito
aquella tarde de Abril
en la Mestranza de Sevilla,
¿Te acuedas?
¡Qué maravilla ¡!
¡Qué tarde de primavera
llena de luz y de olor.. ¡
De allí se fue a Talavera
¿Te acuerdas? Y no volvió.
Pero vayamos al caso:
móntate a la grupa mía,
que no hay en Andalucía
caballo de mejor paso
ni de andar mas señoríl.
Vamos a darle un vistazo
niña, a la feria de Abril.
¡Qué filosofía ¡
la de aquellos mulos castaños,
el lote al sol,
bajo la modorra pesada del día
parece hecho en barro.
Por delante al trote,
pasa un señorito,
cruza un ganadero,
dos coches, un auto....
¡Nada les asombra, ¡
Cada uno se busca
su pizca de sombra
bajo las orejas
de su compañero.
Y empieza el trato:
La bara del coli
Pinta un garabato,
Se apoya en el anca,
saca su pañuelo verde
y rayas blancas.
lo dobla, lo guarda,
sacando la punta,
tose, escupe, pìsa,
se para y pregunta:
¿Cuánto dás por ella Currillo Durán?
¡De los setecientos, no subo un reá.
es gacha y rendía sobre el menuillo. ¡
¿Tiés mala la vista?
¡La tengo cavá.. ¡
¿Es mala la jaca?
¡Pa un organillo... no está mal ¡
¿Lo dice la envidia?
¡La formaliá ¡
¿Estás ya pintón?
¡Tengo hipercolidria ¡
Pues vé, a Lanjarón.
Y rueda un lejano
sonar de cencerros
y un mugir de vacas
un ladrar de perros
grita un mayoral:
¡Se ha escapao un mulo ¡..
corren tres gitanos,
La yegua alazana
se ha puesto de mano,
y ha encallado un auto
en un barrizal.
Y zumba un rebullício
largo y palabrero:
¡Míra tito Jaime,
parece un ingles.
Y en un Alazano
pasa caballero
con chaqueta corta
Don Pedro El Marqués.
Y ¡ay ¡el viejo negro
cenceño y enjuto,
que vende globitos
y, él que a dos reales
retrata al minuto,
el que ofrece flores
y el que venda pitos.
Y el gitano viejo
que olimpicamente
tratando sus burros,
llora, charla y miente
con el gesto grave
de un emperador.
Ricitos de negra,
mirada gatuna,
la cara verdosa
como la aceituna
y los dientes blancos,
como el alcanfor.
..........
Y luego, el paseo:
La hirviente
cascada de coches y gentes
que orlan las barracas
gritos, altavoces,
tambores, matracas.
Pasen, pasen, pasen,
Vean la serpiente
no hay peligro alguno,
la entrada un real.
Pasen, pasen, pasen,
Vistas y figuras
costumbres de Oriente
no hay nada que atente
en contra de la moral.
Y lán, lán campanas,
Y tan, tan, los tambores
Y tararirára trompa y cornetín,
un puesto de tortas,
y un puesto de flores
y otros de alfileres
falsos en serrín.
Y gente y más gente
que viene y que vá
y una voz chillona
que en los caballitos
comenta inocente
que gusto que dá.
Y voces y pitos:
¡Pase el señorito ¡
¡Pase el caballero ¡
¡Museo de Joselito
con la muerte de Granero ¡
Y un bullicio jaranero,
que va, viene, corre y anda
y el vals de Luisa Fernanda
tocado por un trombón
y el quejido largo
de un acordeón.
Y una voz: “El ciego tener compasión.
Y otra: Una limosnita para el pobre manco
Y unos cencerritos
que en tiros al blanco
mueven unas tristes
vacas de cartón.
Se luce el recluta
junto a la niñera,
Y la mamá obesa
vestida de raso
lleva a dos de largo
Y a una tobillera.
Y que dialoguillos
Se cogen al paso:
¿Aquella barraca que es?
¿Qué dice el letrero?
¡Petít, Cabaret ¡
¿Y el cartel que pinta?
¡Pues, una mujer
en malla y camisa ¡
¡Que desfachatez ¡
Juana, Pepa, Paca, Elisa,
pasar más a prisa,
esto no se ha visto
jamás en Jerez.
Y así va la feria
como en una noria,
una y cien mil veces
para el cajilón,
así se va el día,
la noche ha cerrado
y llega el farolero
gruñón y cansado,
que viene a pagando
la iluminación.
Y queda un borracho
que de lado a lado
va gritando:
¡Viva la revolución ¡
Pasó el rebullicio,
paso la alegría,
así son las cosas
de esta Andalucía.
Por fuera brillante,
el fondo vacío,
para poco cante
muy largo el jipío.
Más sal, que sustancia
Feria de Jerez,
rumbo y elegancia
de esta raza vieja,
que gasta diez duros
en vino y almejas,
vendiendo una cosa,
que no vale tres.
FIN
Y es qué Andalucía
es una Señora,
de tanta hidalguía
que apenas le importa,
lo material;
ella es la inventora
de esa fantasía
de comprar, vender y mercar,
entre risas, coplas, fiestas y alegría,
juntando a la par, negocio y poesía
la Feria es un modo de disimular.
Un modo elegante
de comprar y vender
se le oía decir a un tratante:
¡Ay que ser inglés
pa jasé un negocio ¡
poniéndole a un socio
un parte, con veinte palabras medías,
que cá palabra cuesta un dinerá:
“Compro vagón, muelle, cinco tonelás,
stóp, urge envío. ¡Qué cursilería ¡
En Andalucía, con veinte palabras,
no hay, ni pa empezá.
Que al trato hay darle
su poquito de sal;
lo de menos quizás
es la venta, la gracia, el aqué,
el decir que no vuelvo..... y volver,
y darle al negocio
su sal y pimienta
como debe ser.
Negocio y poesía
Feria de Jerez,
rumbo y elegancia
de esta raza vieja
que gasta diez duros
en vino y almejas
vendiendo una cosa
que no vale tres.
Jerez: Su cielo bonito
se viste de oro y añíl;
lo mismo iba Joselito
aquella tarde de Abril
en la Mestranza de Sevilla,
¿Te acuedas?
¡Qué maravilla ¡!
¡Qué tarde de primavera
llena de luz y de olor.. ¡
De allí se fue a Talavera
¿Te acuerdas? Y no volvió.
Pero vayamos al caso:
móntate a la grupa mía,
que no hay en Andalucía
caballo de mejor paso
ni de andar mas señoríl.
Vamos a darle un vistazo
niña, a la feria de Abril.
¡Qué filosofía ¡
la de aquellos mulos castaños,
el lote al sol,
bajo la modorra pesada del día
parece hecho en barro.
Por delante al trote,
pasa un señorito,
cruza un ganadero,
dos coches, un auto....
¡Nada les asombra, ¡
Cada uno se busca
su pizca de sombra
bajo las orejas
de su compañero.
Y empieza el trato:
La bara del coli
Pinta un garabato,
Se apoya en el anca,
saca su pañuelo verde
y rayas blancas.
lo dobla, lo guarda,
sacando la punta,
tose, escupe, pìsa,
se para y pregunta:
¿Cuánto dás por ella Currillo Durán?
¡De los setecientos, no subo un reá.
es gacha y rendía sobre el menuillo. ¡
¿Tiés mala la vista?
¡La tengo cavá.. ¡
¿Es mala la jaca?
¡Pa un organillo... no está mal ¡
¿Lo dice la envidia?
¡La formaliá ¡
¿Estás ya pintón?
¡Tengo hipercolidria ¡
Pues vé, a Lanjarón.
Y rueda un lejano
sonar de cencerros
y un mugir de vacas
un ladrar de perros
grita un mayoral:
¡Se ha escapao un mulo ¡..
corren tres gitanos,
La yegua alazana
se ha puesto de mano,
y ha encallado un auto
en un barrizal.
Y zumba un rebullício
largo y palabrero:
¡Míra tito Jaime,
parece un ingles.
Y en un Alazano
pasa caballero
con chaqueta corta
Don Pedro El Marqués.
Y ¡ay ¡el viejo negro
cenceño y enjuto,
que vende globitos
y, él que a dos reales
retrata al minuto,
el que ofrece flores
y el que venda pitos.
Y el gitano viejo
que olimpicamente
tratando sus burros,
llora, charla y miente
con el gesto grave
de un emperador.
Ricitos de negra,
mirada gatuna,
la cara verdosa
como la aceituna
y los dientes blancos,
como el alcanfor.
..........
Y luego, el paseo:
La hirviente
cascada de coches y gentes
que orlan las barracas
gritos, altavoces,
tambores, matracas.
Pasen, pasen, pasen,
Vean la serpiente
no hay peligro alguno,
la entrada un real.
Pasen, pasen, pasen,
Vistas y figuras
costumbres de Oriente
no hay nada que atente
en contra de la moral.
Y lán, lán campanas,
Y tan, tan, los tambores
Y tararirára trompa y cornetín,
un puesto de tortas,
y un puesto de flores
y otros de alfileres
falsos en serrín.
Y gente y más gente
que viene y que vá
y una voz chillona
que en los caballitos
comenta inocente
que gusto que dá.
Y voces y pitos:
¡Pase el señorito ¡
¡Pase el caballero ¡
¡Museo de Joselito
con la muerte de Granero ¡
Y un bullicio jaranero,
que va, viene, corre y anda
y el vals de Luisa Fernanda
tocado por un trombón
y el quejido largo
de un acordeón.
Y una voz: “El ciego tener compasión.
Y otra: Una limosnita para el pobre manco
Y unos cencerritos
que en tiros al blanco
mueven unas tristes
vacas de cartón.
Se luce el recluta
junto a la niñera,
Y la mamá obesa
vestida de raso
lleva a dos de largo
Y a una tobillera.
Y que dialoguillos
Se cogen al paso:
¿Aquella barraca que es?
¿Qué dice el letrero?
¡Petít, Cabaret ¡
¿Y el cartel que pinta?
¡Pues, una mujer
en malla y camisa ¡
¡Que desfachatez ¡
Juana, Pepa, Paca, Elisa,
pasar más a prisa,
esto no se ha visto
jamás en Jerez.
Y así va la feria
como en una noria,
una y cien mil veces
para el cajilón,
así se va el día,
la noche ha cerrado
y llega el farolero
gruñón y cansado,
que viene a pagando
la iluminación.
Y queda un borracho
que de lado a lado
va gritando:
¡Viva la revolución ¡
Pasó el rebullicio,
paso la alegría,
así son las cosas
de esta Andalucía.
Por fuera brillante,
el fondo vacío,
para poco cante
muy largo el jipío.
Más sal, que sustancia
Feria de Jerez,
rumbo y elegancia
de esta raza vieja,
que gasta diez duros
en vino y almejas,
vendiendo una cosa,
que no vale tres.
FIN