Estrella, Ludueña, Inés:...

Hola Lu, agradecco tu mensaje y el que hayais notado mi ausencia, pues yo también me lo paso muy bien lellendo vuestros poemas que son preciosos y vuestros consejos, que cuando menos, son geniales.
un saludo
Estrella

Estrella, Ludueña, Inés:

Hoy os voy a hablar de mi sueño. Un sueño real de una amiga que fue real un día, y que ahora ya no se nada de ella. Pero intuyo los derroteros de su vida por lo poco que supe de su enfermedad en el verano.

Renegó un día de si misma y luego quiso enderezar su vida y la de su compañero. Lo logró, y nadie hubiera pensado en ese primer encuentro que ella tendría, como tiene un final tan desgraciado y tan cruel.
Al final, las células de su cuerpo recordaron el daño que se causó a si misma al tomar contacto con el opio, debido a una enfermedad que nadie supo cómo fue a parar a su cuerpo después de tantos años intacta. Una degeneración celular, creo.

Y a partir de entonces, esa memoria celular, dejó caer su vida y la de los suyos como un costal abierto y sangrante que pierde el grano, sin remisión, gota a gota.
Sin remedio y sin una razón objetiva, que es lo peor.

Porque yo me digo a mi misma ¿por qué Esmeralda, por qué?

Y no encuentro la respuesta. Quizás no la hay o si, o cada uno y cada una tenemos la propia razón de nuestra existencia.

He soñado tal como querría que siguiese siendo. Joven, guapa, llena de vida, llena de amor, de ilusión; y junto a los suyos, que tanto la necesitan, y que tanto los necesita a su vez. Pero no lo saben y por tanto la vida les ha separado. Ahora viven en paralelo.
Porque ella no lo ha vivido últimamente de esa manera. Es su principal enemigo, y por ende de los suyos. Reniega de los suyos, y a su vez la rechazan. Ya no es la misma que era, la misma que luchó por todos por sacar a su familia adelante, pues un día fue capaz de hacerles mucho daño al tiempo que se dañaba a si misma.

No era ella, eran las células de su cuerpo que recordaron y quisieron acaparar lo que ella abandonó con la razón porque supo que era perjudicial para su vida y la del ser que mas quería. Y entonces lo logró.

La he visto en mi sueño, acompañando a su marido en su moto para ir a dar una vuelta, en todo el esplendor del verano. Un verano gallego que ha puesto color y calor en su piel. Pero solo en mi sueño porque su color, desde hace mucho tiempo, es mortecino, sin vida, sin esperanza. Ya no es Esmeralda. Ignoro adonde ha ido pero se ha abandonado a si misma a su propia suerte.

Al principio, ella no quería montar en la moto (sigo con mi sueño), pero luego se fue con él como tantas veces lo había hecho, antes de caer sumida en la inactividad total. En el vacío, en la opacidad de una vida que no conoce, no quiere, no acepta.... que una es quien ha echado por la borda las ilusiones.
¿Por qué Esmeralda?

La maquillé en mi imaginación, dándole esa vida que realmente se merecía, que tuvo un día y la perdió sin saber cómo. Un mal recuerdo genético, quizás o una mala jugada del destino que la esperaba en un rincón opaco.

Saludos amigas
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Carmen, te llamas como mi madre y mi hermana, como ves, tu nombre para mí es muy familiar.

Tu sueño ha sido triste, y a la vez hermoso, muy esperanzador por tu parte.
Ójala que ella te lea, y que arráiguen tus palabras en su mente, para que le den luz a la opacidad de su proceder.

Un saludo

Estrella