¡Qué curioso! Aquí, en Tardajos también se cogían lampreas, imagino que es el pez que dices, similares a las anguilas, según mi suegra, huelga decir que hicieron mutis por el foro, al igual que esos otros pececillos de los que no había oído hablar. Por lo que sé sigue habiendo lampreas en algunos lugares de Galicia. Estos peces iban al mar, igual que las anguilas.
Pero los saltamontes que dices los he conocido en mi niñez y "jugábamos" con ellos. ¡Pobres saltamontes! entre mi amiga y yo hacíamos una escabechina, porque las dos éramos malas comedoras, y en vez de entretenernos a comer tranquilas, nos dedicábamos a operar saltamontes dejando el bocadillo en la sala de operaciones. Una gran mesa de piedra que había en el pinar de Ciruelos del Pinar, justo para poder comer. Los destrozábamos a los pobres, les quitábamos las patas,... mientras decíamos que los estábamos curando. Tan pequeñas y tan sádicas. Y lo peor es que nos lo pasábamos genial y creyendo que hacíamos algo bueno. Lo nuestro eran sólo los insectos, en especial éstos. A los tábanos los matábamos ya sin más contemplaciones.
Pero saltamontes verdes he visto algunos en Tardajos. Un día, uno en mis zapatillas que tenía secando al sol de mi terraza, otro día, en la barandilla de la misma, y éste en el huerto. No es que abunden pero de vez en cuando, cuando los veo, les hago fotos. ¡Qué grima me da pensar la escabechina de saltamontes del pinar! Aquí en este espacio está la foto del saltamontes en mis zapatillas. Cuestión de paciencia dar con él. Justo, ese día nos íbamos de excursión a Santander con la asociación de jubilados "Virgen de las Aguas" de Tardajos. Fue el año pasado, en julio.
Ahora nos tenemos que conformar con el cangrejo señal, que no creo que se pueda extinguir. Así que a pescarlo y a confiar que no le dé por comer ratones muertos. De momento es sano.
Pero los saltamontes que dices los he conocido en mi niñez y "jugábamos" con ellos. ¡Pobres saltamontes! entre mi amiga y yo hacíamos una escabechina, porque las dos éramos malas comedoras, y en vez de entretenernos a comer tranquilas, nos dedicábamos a operar saltamontes dejando el bocadillo en la sala de operaciones. Una gran mesa de piedra que había en el pinar de Ciruelos del Pinar, justo para poder comer. Los destrozábamos a los pobres, les quitábamos las patas,... mientras decíamos que los estábamos curando. Tan pequeñas y tan sádicas. Y lo peor es que nos lo pasábamos genial y creyendo que hacíamos algo bueno. Lo nuestro eran sólo los insectos, en especial éstos. A los tábanos los matábamos ya sin más contemplaciones.
Pero saltamontes verdes he visto algunos en Tardajos. Un día, uno en mis zapatillas que tenía secando al sol de mi terraza, otro día, en la barandilla de la misma, y éste en el huerto. No es que abunden pero de vez en cuando, cuando los veo, les hago fotos. ¡Qué grima me da pensar la escabechina de saltamontes del pinar! Aquí en este espacio está la foto del saltamontes en mis zapatillas. Cuestión de paciencia dar con él. Justo, ese día nos íbamos de excursión a Santander con la asociación de jubilados "Virgen de las Aguas" de Tardajos. Fue el año pasado, en julio.
Ahora nos tenemos que conformar con el cangrejo señal, que no creo que se pueda extinguir. Así que a pescarlo y a confiar que no le dé por comer ratones muertos. De momento es sano.
CARMEN. No, creo que no. Una cosa es la lamprea y otra el pececito que yo digo. No crecía, era pequeño, 4 / 5 cm. y estaban en la misma orilla del río. Había muchos, no se comían, bueno, a lo mejor alguien sí los comía. En mi pueblo no se les daba importancia.
Un saludo.
Un saludo.