Iba a poner una foto muy curiosa de la patata burgalesa, pero no tengo ratón y entonces no, Burgos

Iba a poner una foto muy curiosa de la patata burgalesa, pero no tengo ratón y entonces no puedo acceder a ella. Pero os dejo con esta.
Muchas cosas fueron buenas dentro de la fiesta. Muchos hombres se implicaron en ella y eso que al principio solo guisábamos nosotras y ellos permanecían al margen. Luego a algunos le gustó la fiesta mas que a algunas también.

Otra cosa buena, la imaginación y la ilusión que le echábamos al día. Que aunque nos aburriese ya, lo teníamos como una obligación. Al menos, aunque me costase, no fallé ni una sola vez. Y de alguna manera buscaba algo que me permitiese estar alegre ese día. Muchas veces, ver la ilusión de mis compañeras que no desfallecían nunca.
Incansables. E incluso con quemaduras de muchos grados no se desilusionaron nunca.
Nunca nos llovió en ese día. Y si lo hubiera hecho nos habría arruinado la fiesta, pero nos respetó el tiempo ya que comprendía que no teníamos una alternativa a la calle.

Y lo más importante, al menos para mi, fue siempre la acogida del público asistente a la fiesta. Fueron los protagonistas porque si preparas mucha comida y nadie te lo agradece, te defrauda. Que muchas veces nos ocurre a las amas de casa, preparar con ilusión algo y que nadie lo pruebe. Y nos daba pena algunas veces porque las cazuelas se acababan y la gente se quedaba sin probar algunos platos.