Así me dije, ya que les he hablado de aquella carta que escribí hace mucho tiempo, se la, Burgos

Así me dije, ya que les he hablado de aquella carta que escribí hace mucho tiempo, se la enviaré a esta fundación, como testigo, de que sus escritos han calado en sus lectores.
Está bien que sean los titulados, ilustrados, los que han estudiado mucho, dados a homenajear; pero yo, cuando vi que a uno de mis escritores preferidos le iban a otorgan otro galardón, me sentí halagada porque había invertido muchas horas en sus libros. Algunos, los volví a releer de los que me traje de Madrid, de mis tiempos de instituto y colegio. Alguna vez, éstos libros míos les sirvieron a mis hijos para sus trabajos. Lo primero que hacía es buscar a ver si tenía los recomendados y si no, pedirlos en las bibliotecas o comprárselos. Muchas veces optaba por lo segundo, pues me hacía ilusión leérmelos yo después. Era como continuar estudiando y por placer. Sin que nadie te tuviera que examinar, sino que todo se iba quedando en tu interior para tí misma. Otras veces estas enseñanzas te ayudaban en la vida diaria. Los libros enseñan muchos y se puede aprender de experiencias ajenas.

Total que busqué la carta, y la envié a la Fundación Delibes. Ahora sabes qué actividades se organizan desde allí. Hoy me han vuelto a enviar otra comunicación, que os enseñaré en este post.

Delibes se dedicó a escribir de la realidad burgalesa, y llegó a amar esta tierra como si fuera suya. Realmente por si mismo, se hizo hijo adoptivo del pueblo de Sedano cuya naturaleza admiró siempre. Entorno al maestro se puede seguir aprendiendo porque otros escritores analizan sus obras y escriben para nosotros.