Leo y releo y tomo personal conciencia de que -creo-...

Leo y releo y tomo personal conciencia de que -creo- sois injustos al juzgar, al interpretar y en ocasiones (a la vista está de quienes lo quieran apreciar) al calificar, con expresiones que "AL MENOS AQUI" y provinentes de quienes creen tener razones para todo lo contrário a lo que se manifiesta. No hacen...

Creo tambien que si todos realizáramos un ejercicio de transparencia y sinceridad -quizás- se pondrían sobre de la mesa, algunas realidades interiores, de cada uno; que justificarían -en buena medida- algunas incomprensiones que -tambien presupongo- más dirigidas a la destrucción de lo que nó forma parte de nuestro idéario, que al intento de aproximación al ideário "disinto" de los demás...

No abundo, pués no quiero herir a nádie. Pero lo tengo que decir alto y claro: En Catalunya, el "PROBLEMA" que algunos médios y algunos políticos con un concepto deplorable y peligrosísimo (por lo que-en realidad-están consiguiendo) de lo que debería ser una escrupulosa y rigurosa plasmación de la realidad: NO EXISTE.

¿El tema de la lengua, en las escuelas?... La ley ha hablado y las familias que quieran prescindir del Catalán, en la educación de sus hijos; tendrán solución (yá la tienen) para sus deséos.

¿Pero y la inmensa mayoría de la Ciudadanía que acepta el sistema educativo, por sus resultados.? ¿Qué hacemos con élla...?

El tema de la lengua "lo engordan" -sistemáticamente- quienes están más por la destrucción y por la imposición (que en ambas partes los hay...) que por el entendimiento y el reconocimiento de la realidad. ¿Y cual es la realidad? Pués la primera y principal: Es una realidad que está en la calle. En la Ciudadanía. Y en las familias; esa realidad es que las dos lenguas Castellano-Catalán, llevan conviviendo -desde hace más de 50 años- sin ningún problema insoluble, desde la voluntad de resolverlo...

Es frecuentísimo que dos interlocutores se expresen -cada uno- en una de los dos lenguas y se entiendan y se respeten. Es totalmente cierto que los estudiantes terminen los disintos ciclos y lleguen a la universidad, con un conocimiento del Castellano más que suficiente (las estadísticas estan ahí...) Y es totalmente mayoritario -en Catalunya- que quienes procedemos de otras latitudes (cual es el caso de quien escribe) nos esforcemos (y conseguimos) entrar en la profundidad del sentimiento y la cultura de Catalunya para, desde ahí, entender y entenderlos. Para "desde ahí" hacer que nuestros hijos y nietos -sin renegar de los orígenes de sus predecesores- sepan que "TAMBIEN" son igual de importantes los suyos. IGUAL DE IMPORTANTES -digo- nó más, ni tampoco menos...

Termino con una invitación: (no es la primera vez que la practico) y es la siguiente: Invito a quién o quienes me quieran acompañar, en un periplo por las principales calles y avenidas Barcelonesas. El "trabajo de Campo" que propongo es "escuchar"... Escuchar qué idioma llena calles y plazas de la Ciudad, entre la juventud. Escuchar qué idioma es el que utiliza el dependiente (a) al ser preguntado en Catalán. Escuchar -en una cafetería- qué idioma utilizan las personas sentadas junto a nosotros. En fin: Propongo que quién estime querer apreciar el rigor de la convivencia -en Barcelona- (y me quiera acompañar) es lo más posible que -a pesar de unas cuantas familias que digan y mantengan lo contrário- en la Capital de Catalunya (con sus más de tres milllones de ciudadanos) el Castellano, ni está proscrito. Ni -mucho menos- perseguido. Y por supuesto se utiliza más de un 70% por encima del Catalán... Y entre la juventud que -según algunos- nó reciben su enseñanza en la lengua de todos... aún mucho más...

En ocasiones -lo mejor- es sumergirse en el rigor de "todas" las realidades. Nó solamente de las que estimemos, nos interesan de acuerdo a como pensamos...

Queda en pié mi propuesta... ¡há! y la comida -en un buen restaurante de la Capital Barcelonesa- "si pierdo de acuerdo a lo que mantengo" la pago yó...

Y todo ello, sin crispaciones. Sin palabras mal sonantes. Sin agrávios. Sin pisotear los sentimientos de nadie. Y -por supuesto- sin la menor falta de respeto por la discrepancia.

Saludos.