Muchas veces he `pensado si eso de no comprar nada a catalaluña, sería una buena idea, desde luego, eso sería lo que deberiamos hacer, si siguen por el camino que van. Yo que siempre he defendido los derechos de todos los pueblos, incluido el catalán, ahora me estoy quedando callado, porque voy dando por cierto, auqello del cerdo: Cuando el cerdo engorda se olvida de quién lo engordó". de ninguna manera os creáis que Cataluña es lo que es gracias "exclusivamente al esfuerzo de los catalanes", porque eso, es una mentira. Tampoco os creáis lo que ellos dicen de las demás comunidades, como por ejemplo, la andaluza. Los andaluces, hemos destacado y destacamos en muchas cosas y solo por nuestra forma de ser, hemos conquistado a medio mundo y dudo mucho, que todas las riquezas que Andalucía a propiciado, se hayan quedado en Andalucía. Ni que decir tiene que no estoy contento del todo, con nuestra forma de ser, pues tenemos bastantes cosas que mejorar, pero los catalanes, también. En cierta manera, los andaluces, somos envidiados. La mayoría de los andaluces, somos abiertos, simpáticos, alegres, amigables, rebeldes, valientes, osados. En esta tierra en bien recibido todo el mundo y todabía muchos nos saludamos por la calle aunque no nos conozcamos. Tenemos un alto sentido de responsabilidad. Lo estamos demostrando ahora, cuando España está en una situación delicada, nosotros nos alineamos al lado de España. Nunca hemos dejado de ser Españoles, ni siquiera cuando España nos masacraba. Pero es bonito ser de España para recibir de ella y ahora cuando hemos "engordado" nos dedicamos a hundirla más si cabe. Con gente así, que manipulan a sus pueblos para echar las culpas de su mal hacer a otros, es mejor no confiar. Animo a los andaluces a apoyar a su patria, a España, en estos tiempos difíciles y, sobre todo a mantener la mente despierta, para que nunca se nos olvide que ellos, en un momento delicado de nuestra patria; decildo con todo el orgullo: de nuestra Patria, ellos le pusieron el pie en el pezcuezo. Y quede entendido, que no solo a la patria, sino a la mayoría de las comunidades españolas. A los españoles de buena voluntad, no nos importe quien gobierne, sea el PP o el PS o cualquier otro, debemos seguir siendo españoles, no facistas, sino españoles. Debemos aprender que la política es la mayor y más sublime de las artes, pero vamos a aprender, sin que nadie piense por nosotros, vamos a ser inteligentes, y vamos a hacer que los políticos se vean forzados a restituír el honor de la política. La Constitución debe ser sagrada para los españoles, pues no hay nada mejor que ella. La constitución cuando no es buena se cambia lo que tenga de malo. Pero no déis crédito a aquellos que quieren dejarla a un lado o eliminarla, pues detrás de ese deseo se oculta una terrible maldad.