Tema difícil el que aquí se debate... según se "toque",...

Tema difícil el que aquí se debate... según se "toque", puede levantar la piel de muchas personas. Y "todos" la tienen/tenemos "muy fina"...

De entrada, un poco de memória: El sistema autonómico y estatutario fué, en su momento, (y aquél momento hacía temer mucho ruido de sables) una solución para "difuminar" unas pretensiones de auto-gobierno, muy concretas y deseadas, por algunos y desde mucho tiempo... Fué (se ha dicho muchas veces) "el café para todos" que debía dejar -en el Estado Español- las cosas, poco más o menos, a un nivel de una -digamos- "igualdad" que -muchos- ni tan siquiera habían supuesto, ni planteado...

Nacieron los Estatutos y en éllos, se quiso reconocer y garantizar -con reparos-
la igualdad, a la vez que las diferencias, las cuales no fueron ni son ninguna invención: Están ahí desde bastante antes que el General sublevado, nos "diera" lo que nos "dió"... En pocas palabras: Se quisieron "uniformizar y diluir" unos sentimientos, muy arraigados, nó solamente en Cataluña. Y se pensó que con las Autonomías y los consiguientes Estatutos uniformizantes; la cosa quedaba solucionada...

Y no es así. La evidencia lo está demostrando. Los nacionalismos se han fortalecido y lo han hecho -curiosamente- con la "savia" que les ha ido proporcionando, legislatura trás legislatura, el gobierno de turno del Estado, diciendo una cosa y haciendo otra muy disitinta, por ejemplo: Con las transferencias de unos y otros..., o de unos respecto a otros. Los nacionalismos se han fortalecido y consecuencia de éllo -en Cataluña- fué el Estatuto que consiguió el respaldo democrático necesario, de acuerdo con las leyes del Estado, para ver la luz... Una "luz" que -también de acuerdo a las leyes del Estado"- ha sido convenientemente "difuminada", por aquéllo "del café para todos".

¿Qué es lo que quiero decir.? Sencillo: Que las diferencias -en los pueblos y regiones de España- son una realidad. Que están ahí y que no tratarlas con la profundidad y con la particularidad que -cada una- requiere, no hace más que aumentar unas pretensiones nacionalistas que se sienten fuertes, desde una incomprensión que -me atrevo a calificar- de voluntaria y mal entendida...

Ciertamente -creo- que la unidad Española y consiguiente aceptación por "TODOS", no basta con que se limite a una ley intocable. Es una "idéa" que debe "regarse" a diario convenciendo, nó imponiendo lo legislado como inamovible e intocable. La unidad de "nuestra" España, no está -para nada- grabada en nuestras neuronas al nacer y si se quiere firme: Hay que "arraigarla" en el individuo, al tiempo que éste accede a su formación. Y termino: No hay nada que gane más respeto que el ejemplo de expresarlo -con hechos- respecto del rigor, a la hora de reconocer las diferencias: Las propias y las de los demás...

He procurado pasar -de puntillas- sobre el tema difícil que aquí se debate. No he pretendido -en ingún- momento- herir sentimientos y si no lo he logrado, pido se quiera disculparme.

Y que no se me interprete mal: Me siento muy Español y lo seré hasta mi final... Pero me parece entender (puedo equivocarme) que la España en que quepamos/quepan todos "aún" no ha sido terminada de hacer. Y los Estatutos, en sí mismos... Los de "aquí y los e allí"; si no son contemplados desde las respectivas diferencias y como tal, tratados: No están llamados a conseguirlo...