Y España traga....

Y España traga.

No pasa día sin una ofensa del separatismo catalán.

Luis Ventoso.

Actualizado:

26/02/2019 01:08h.

Viernes pasado. Me entra un correo de una tal Miriam Santamaría Brichs. Asunto: «Queixa formal del President Carles Puigdemont». Al abrir el mensaje, resulta ser una nota de protesta porque Tajani, el presidente del Parlamento Europeo, no ha permitido que Puigdemont, un presunto delincuente a la fuga, intervenga en la Cámara de Estrasburgo. Me fijo en la dirección de correo de la remitente: gencat. cat. Es decir, quien ha mandado la nota lo hace en nombre del Gobierno de la comunidad autónoma de Cataluña. Indago un poco. Resulta que la señora Santamaría Brichs, la firmante del correo, es una exmeteoróloga televisiva, que ha sido contratada por el Departament de la Presidència del Ejecutivo catalán y que ahora por lo visto cuida la agenda de Puigdemont. Conclusión: una Administración pública sostenida por los impuestos de todos los españoles -pues la Generalitat estaba en quiebra y fue rescatada por el Estado- se encarga de las relaciones públicas de un prófugo de la Justicia. Y España traga.

Domingo por la mañana. Sánchez, instalado en los años treinta del siglo XX, se sube al Falcon y se va a Colliure (Francia) a homenajear al exilio republicano ¡de hace ochenta años! Una vez allí, resulta que el paladín del «diálogo» con los separatistas es increpado por manifestantes con esteladas, que lo insultan llamándolo «fascista» y «sinvergüenza», entre gritos de « ¡fuera, fuera!». Sánchez continúa ufano con su acto y da un discurso entre banderas republicanas. Sobre el aquelarre que la han montado los separatistas, ni una queja. Resumen: el presidente de España admite sin inmutarse que unos fanáticos xenófobos lo insulten en Francia y rinde homenaje allí a una República que fue un enorme fracaso, rodeado además de símbolos anticonstitucionales. Y España traga.

Domingo por la tarde, el Rey acude a Barcelona para apoyar con su presencia y prestigio la importante feria internacional del móvil. Pero es desairado por la alcaldesa de la ciudad y por el presidente catalán, que ni siquiera salen a darle la bienvenida. El Jefe de Estado humillado de nuevo en una región española. Y España traga.

Ayer. El Jefe del Estado vuelve al Congreso Mundial del Móvil, esta vez con Sánchez. Cuando llegan al pabellón de España, Torra, que por cargo institucional es el máximo representante del Estado en Cataluña, los deja plantados y se larga, en otra muestra de pésima educación, chulería paleta y nulo respeto al protocolo. Y España traga (y por supuesto Sánchez, que en ese chapucero libro de memorias que le han escrito se jacta de su complicidad con el Rey, no osa a afear su conducta a los separatistas ni a defender a Felipe VI ante el desprecio de la autoridades locales).

Y así se va escribiendo la intrahistoria de un país que ha dejado de respetarse y tolera silente el insulto diario de los sediciosos separatistas. Ahí, y no en otro sitio, anidan ciertas sorpresas demoscópicas.

Luis Ventoso.

Director Adjunto.