¡Qué bonito abanico, raiola!...

Este es para las romanticas. Perdonar que no lo saque del marco no sea que se me desaga como el arcón

¡Qué bonito abanico, raiola!

Parece muy antiguo. He encontrado estos datos sobre los abanicos.

En el siglo XVIII se instaló en España el artesano francés Eugenio Prost bajo la protección del conde de Floridablanca, convirtiendo a España en uno de los principales productores del mundo, rivalizando con franceses e italianos. Ese mismo siglo se crea el Gremio de Abaniqueros y a principios del siglo XIX se funda la Real Fábrica de Abanicos. En un principio, el abanico fue de uso tanto del género femenino como masculino, llevando los hombres pequeños ejemplares en el bolsillo. Sin embargo, su utilización se vuelve exclusiva de las damas a principios del siglo XX, llegando hasta nuestros días. Al parecer estas llegaron a ser tan diestras en el uso de este artefacto que llegaron a inventar todo un "lenguaje del abanico" consistente en que según la posición en la que se situaba o el modo en como se le agarraba, se estaba transmitiendo un tipo de mensaje u otro. Hoy en día, se encuentra en Cádiz la única escuela-taller de abanicos del mundo. Pero todo el material, artesanos y artistas están situados en los alrededores de Aldaya, ciudad situada al lado de Valencia. Es aquí donde se exporta a todo el mundo.

Sostener el abanico con la mano derecha delante del rostro.
Sígame.

Sostenerlo con la mano izquierda delante del rostro.
Busco conocimiento.

Mantenerlo en la oreja izquierda.
Quiero que me dejes en paz.

Dejarlo deslizar sobre la frente.
Has cambiado.

Moverlo con la mano izquierda.
Nos observan.

Cambiarlo a la mano derecha.
Eres un osado.

Arrojarlo con la mano.
Te odio.

Moverlo con la mano derecha.
Quiero a otro.

Dejarlo deslizar sobre la mejilla.
Te quiero.

Presentarlo cerrado.
¿Me quieres?

Dejarlo deslizar sobre los ojos.
Vete, por favor.

Tocar con el dedo el borde.
Quiero hablar contigo.

Apoyarlo sobre la mejilla derecha.
Sí.

Apoyarlo sobre la mejilla izquierda.
No.

Abrirlo y cerrarlo.
Eres cruel.

Dejarlo colgando.
Seguiremos siendo amigos.

Abanicarse despacio.
Estoy casada.

Abanicarse deprisa.
Estoy prometida.

Apoyar el abanico en los labios.
Bésame.

Abrirlo despacio.
Espérame.

Abrirlo con la mano izquierda.
Ven y habla conmigo.

Golpearlo, cerrado, sobre la mano izquierda.
Escríbeme.

Semicerrarlo en la derecha y sobre la izquierda.
No puedo.

Abierto tapando la boca.
Estoy sola.

SALUDOS.