UNA GRAN AMISTAD Capítulo 1...

UNA GRAN AMISTAD Capítulo 1

Estoy en Zaragoza acompañado de mi esposa. Hemos venido aquí por dos razones fundamentales:
Una que yo tenía unos enormes deseos y necesidad de volver a visitar a unos amigos míos que no veía desde hace 55 años y otra pisar de nuevo el lugar donde inicié mi actividad profesional definitiva, a 600 kms de mi pueblo en la provincia de Soria, Somaén, que desde entonces siempre he llevado ligada a lo más profundo de mi sentimiento y de mi corazón.

También mentiría si no afirmara que Laly me apoyaba totalmente en este intento porque ella tenía, desde hace muchos años, unas ganas enormes de ir a Zaragoza para ver a la Pilarica. Esa madre nuestra, patrona de este gran país que quiso quedar entre nosotros en su basílica maravillosa del Pilar, para que España fuera su descanso junto al Ebro.

Y he venido a Zaragoza porque es aquí donde vive la familia que en Somaén me acogieron en su casa y me tuvieron durante dos cursos más como familia que como negocio. Hoy el primer día hemos tenido una visita panorámica por la ciudad comprobado las evoluciones y el desarrollo producido en todos estos años, incluido el empuje de la Expo del 2008, hemos visitado la basílica del Pilar, hemos rezado ante la Virgen María, besado su pilar que fue el fundamento y base de este sagrado templo y nos hemos ido a comer y de compras para los nietos al Corte Inglés.

Ya por la tarde vienen a buscarnos los amigos de Somaén, hemos visitado con ellos la Catedral de la Seu, impresionante obra arquitectónica de estilo gótico-barroco recientemente restaurada, y el museo de tapices que es de las más importante del mundo y después me han llevado a una residencia de sacerdotes donde se encuentra D. Severino el cura que había en Somaén cuando yo estuve allí de Maestro y hemos tenido un encuentro muy emotivo porque él no me esperaba, han pasado 55 años y fuimos grandes amigos en aquellos dos años y además fue mi confidente, porque era el que me ayudaba en la escuela, y ocupaba mi lugar, cuando yo tenía que bajar a Jaén para ver entonces a mi novia. Nos hemos abrazado, hemos echado unas lágrimas y hemos sentido un momento muy feliz, y ahora nos vienen a saludar, más amigos, la hermana de los dueños del bar donde yo paraba, dos hijos más del matrimonio y un alumno de los que yo tuve en Somaén, y ya todos juntos, y felices, al final hemos terminado en el Tubo, un lugar típico de Zaragoza, de toda la vida, que es imprescindible visitar para tomar unas copas y disfrutar de las tapas tan originales que allí te ponen cada vez que uno venga a esta gran ciudad.

El día ha sido maravilloso, ha sido un canto a la amistad, al recuerdo, al afecto, a la entrega incondicional, a los valores de los amigos y de las personas que han estado contigo en un momento de tu vida y que te siguen teniendo después de 55 años entre sus amigos y en su corazón.

Mañana vamos todos a Somaén, el lugar que nos unió por orden del destino, en aquellos años de nuestras vidas, y lo seguiremos pasando bien porque vamos a comer juntos y a poner el broche final a este encuentro tan maravilloso que hemos disfrutado después de 55 años.

Mil gracias a todos mis amigos por esa amistad que nada ha podido dañar en tantos años y que todos llevamos a gala porque demuestra que somos personas normales que se respetan y se quieren. Un abrazo muy grande a Somaén y Zaragoza, que buena gente sois todos. Continuará.