El COCHE...

El COCHE
Hay que ver, que en menos de un siglo, el coche ha experimentado una expansión tan impresionante que, en nuestros días, no se concibe pensar que ese vehículo de cuatro ruedas pueda estar ausente en nuestra familia, en nuestro, negocio, en nuestro trabajo, y por supuesto, en nuestras vidas.
Yo recuerdo los coches que había en mi pueblo en los anos 50, que se podían contar con los dedos de la mano, y recuerdos los camiones de entonces, así como los autobuses, todos los vehículos de aquella época dejaban mucho que desear, estaban llenos de fallos, de defectos y carecían de comodidad, pero a todos nos atraía montar en alguno de ellos, viajar y, por supuesto, pensar en tener uno en casa el día de mañana.
Pues han pasado unas décadas y los coches han invadido nuestros pueblos, nuestras ciudades, nuestras carreteras, nuestras casas y se han convertido compañeros, inseparables, de nuestro diario quehacer, en elementos indispensables para el desarrollo de la vida comercial, social y de ocio de todo el universo. Ahora son máquinas casi perfectas alcanzan velocidades astronómicas, funcionamiento automático que te anuncia y te previene de un riesgo, e incluso hasta pueden aparcarse solos, sin ninguna intervención del conductor. Son lujosos, cómodos y controlan el frío y el calor de sus ocupantes.
Sin embargo también tiene sus inconvenientes el automóvil, serios y graves inconvenientes, que deberíamos tener muy en cuenta si no queremos tener que padecer las consecuencias que de un mal uso, o una mala gestión de las posibilidades que cada uno de nosotros tenemos para poder disfrutar de las ventajas de esta máquina.
En principio no olvidar que los millones de víctimas de los accidentes de tráfico y las secuelas que para otros millones de seres dejan estos accidentes en todo el mundo. No respetar las normas de circulación y las prohibiciones que el conducir impone de ahí que tengamos que respetar al máximos todas esas disposiciones para velar por nuestra vida, y también de la de los demás que nosotros podemos arrebatar actuando de forma irresponsable.
La otra es que pensemos que un coche acarrea muchos gastos y tenemos que pensar cuales son nuestras posibilidades económicas para ver: cuantos coches podemos tener en casa, que marca o clase es la que nos interesa comprar, como hacer frente después a los gastos financieros, de carburante, de seguros, de garaje de multas.... Porque si no tenemos en cuenta todo esto puede que
nuestra economía se resienta y nos veamos necesitados a “vender el coche para pagar la gasolina”.
De cualquier forma no olvidar que existe otra clase de transporte público que puede cubrir parte o todas nuestras necesidades sin tener que mantener un vehículo propio durante todo el año. Los países más avanzados usan mucho más que nosotros esta otra alternativa de transporte que además hace disminuir la polución, es mucho más segura y más económica.
En definitiva que hemos de utilizar el coche para trabajar, para viajar y para disfrutar, pero con mucho cuidado, con mucha prudencia y con mucha mesura, porque lo contrario nos podría arruinar nuestras vidas.