EL CORPUS...

EL CORPUS
Hoy domingo se ha mal celebrado en España el Corpus Christi, y digo mal, porque en unos pocos sitios se celebra el Jueves, como era tradicional, por siglos, y en resto del país el Domingo siguiente, algo que hace nos años se inventaron los políticos, para fastidiar a todos los que creyentes, rompiendo así lo que siempre habían celebrando nuestros antepasados como uno de los tres días del año más grandes que eran: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión. Pues bien estas fiestas siguen formando parte del santoral católico pero está claro que esa relevancia de fechas grandes, las más grandes del año, se ha perdido y por una u otras razones ya nuestros nietos no pueden seguir considerando esa trilogía como las fechas más relevantes del año.
Se ha cuestionado el hacer algo similar con la Semana Santa intentando llegar a suprimir los desfiles procesionales que tan arraigados están en todo el país, especialmente en el Sur y en el centro, Andalucía y Castilla, pero eso me parece que nadie lo va a conseguir porque a los andaluces tendrán que matarnos para poder acabar con las cofradías, los nazarenos, las saetas, y el fervor religioso que hemos heredado de nuestros antepasados.
Y es incomprensible que de la misma manera que ahora se permite, que yo lo aplaudo, que otras religiones se implanten y se desarrollen en nuestro país, la nuestra, la que profesamos la mayoría de los españoles,, que nos bautizaron, hicimos la primera comunión, la confirmación, y hasta el matrimonio, reciba ataques por todos lados como si los católicos fuéramos apestados cuyo movimiento hay que ir desmantelando poco a poco.
Si ahora los derechos humanos, que todos defendemos, están en favor de la permisividad de las libertades políticas, religiosas, de expresión, sin embargo en el culto de la Iglesia Católica tenga que ser atacada por todos lados. Qué cada uno tome la religión que le plazca, que cada uno milite en el partido que quiera, pero que en esto y en todo, que se respete a los demás y su libertad, porque si no nadie va a creer que somos defensores de esos derechos humanos, que tanto exigimos, y algunos se empeñan en hacer creer que ellos defienden más que nadie.
Que vuelvan a llenase la calles de altares y de juncos, la calles de nuestros pueblos el jueves del Corpus como en Granada o en Toledo, pero el jueves, no el domingo, porque ese era el auténtico día del Corpus. Y los moros que sigan con sus mezquitas y con su Ramadán porque aquí, ahora más que nunca, todos somos hijos de nuestro dios.