Yo también estuve en Soria, caminé todas sus calles...

AYER SENTÍ A MACHADO
Ayer sentí a Don Antonio Machado, por las calles de Soria, es difícil de explicar, aunque tengo bien la memoria, Cuando tuve la suerte de poder leer aquel libro suyo, titulado. Campos de Castilla, era muy joven todavía, pero los pelos se me ponían de punta, más desde aquellos días de mi juventud, se me llenaron las ganas de poder visitar Soria, aquella Laguna Negra, donde los hijos de Alvargonzález dieron a su padre tumba, pisar el Casino de la amistad de la ciudad de Soria. pasear sin prisa por donde Machado paseaba a su joven esposa, Leonor, con la tuberculosis atacándola hasta su muerte, en agosto del año 1912, con tan solo 18, años, y estar en el Cementerio del Espino, ante la tumba de Leonor, y al salir de allí poder ver El Olmo Seco, apuntalado para que siga así resistiendo al paso de los años, Todo aquel entorno maravilloso, del Castillo en ruinas hoy piscina municipal, y divisar desde allí arriba la Ermita de San Saturio, y desde el mirador del Parador ver la Ermita del Mirón, y poder terminar ayer mi paseo en el Parador de Machado, visitar su cafetería, y desde allí divisar parte de aquel Río Duero, y su curva de ballesta, que tuvo siempre en mente, incluso al llegar su muerte en el exilio Frances, Machado camino en mi mente a mi lado, era como si fuera mi guía, le tengo tan dentro de mi cerebro, que puedo reconocer la mayoría de sus poemas incluso de otros libros, cuando siento cantar a Serrat sus poemas en mis discos antiguos, se me siguen poniendo los pelos de punta, Hay caminos donde el caminante siempre sigue adelante, el pasado está ahí para recibir tan solo nuestro recuerdo, que en mi clase del C, E, P, A de Hortaleza, se vive de vez en cuando, ya que su aula de literatura lleva su nombre. Y sus poemas y escritos aparecen como la flor que todas las primaveras vuelve a brotar. Ayer me sentí mejorado de una maldita vacuna del Herpes, que me ha tenido hasta ingresado en el Hospital Ramón y Cajal, pero al pisar de nuevo Soria, las ganas de vivir y recorrer todo aquel entorno me hicieron sentir mucho mejor de salud. G X Cantalapiedra. 26 – 8 – 2023.

Yo también estuve en Soria, caminé todas sus calles y fui al cementerio del Espino, a la tumba de Leonor.