Y yo que me preguntaba... y yo que creía si habría...

Y yo que me preguntaba... y yo que creía si habría algo bueno mas halla de la dulce muerte. Y yo que me decía Dios que me explicaras, que significaba el mas ALLÁ y sus silencios, y mientras tanto si que se escribían y se predicaban, muchas cosas, que ni los predicadores cumplían.
Y yo que de niño, Dios te preguntaba, por muchas cosas, y que jamás me respondías...
Mira Dios: (estoy en la certeza de que no me vas a escuchar) hablar a tu silencio una vez mas, poco importa, puesto que ya estoy acostumbrado a que no se me respondiera cuando empecé a caminar... por ese mundo cruel al que llegué un día y que poco después se me habló de tu generosidad... para con los mortales.
Dejé de creer lo que me decían de ti: si creí en la muerte y algunos mortales, cuando comencé a preguntarme que si se te decía justo, como permitías tanta injusticia.. Ni hiciste caso a mi voz de niños, ni a la de después... y cuando señalé, creer solo en lo que veía... penoso muy penoso..."Aquel PAN NUESTRO DE CADA DÍA" amigo Dios (de entonces) como me di cuenta, que para unos no lo es y si mucho para otros que no lo sudan y si lo roban descaradamente, y no se que diablos te cuentan cuando visitan "TUS CASAS" (por cierto cada día mas vacías...
Pues eso, que te dije, que hiciste muy rematadamente mal el mundo, y no te me enfades si te digo y te repito que me enfadé contigo... y en esas estoy... puesto que para muchos tu generosidad (olvido) está presente en todos los rincones de la tierra
Seguiremos hablando de "tus bondades" (generosidad) y `por tanto de justicia. Y si quieres hasta hablamos de cuanto me decía aquel cura gordo, que no llegó a convencewrme, por eso de que aprendí que con el estomago bien nutrido, tambíen se pronuncian grandes mentiras.
hablabámos de "EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA"! Que recuerdos de mis rezos niños! Si es cierto que todo lo sabes y todo lo ve, y eres justo, una vez mas te pido me expliques tanta contradicción. No lo haras... ¿Que quires que piense entonces.
Seguiremos hablando y si es cierta tu existencia, responderías! digo yo! Pero me temo que me iré allí de donde nadie regresa y solo obtendré silencios: es lo que he recogido toda mi via, cuando preguntaba que clase de justicia era la tuya.
Si, mira: me gusto mucho cuanto leí de lo que hizo a quien se llamaba tu hijo... no tanto lo que hicieron con él. tambíen te pregunté porque lo cosentiste, y si no había sido mejor hacer hombres buenos que no tanto malvado.
Seguiremos hablando... en la certeza de que ni tu ni nadie me convencerá, en mi idea de que el mundo está muy mal dibujado.
libertad.