CON UN BURRO, ASNO O POLLINO ...

CON UN BURRO, ASNO O POLLINO
Aquel hombre gallego, que se pasó el verano segando cereales en las tierras de Medina del Campo, o como dicen en esa comarca. Tierra Blanda, era el año de 1950, al final de aquella época de siega, el dinero ganado no era demasiado, y el hombre aquel cobró en parte su sueldo, con la compra de un burro o como dicen en Galicia un pollino, que le llevaría por la antigua carretera nacional VI, hasta su tierra gallega, Este hombre duro y quemado por el sol de la Castilla sedienta, paso bastantes jornadas caminando y otros ratos subido sobre su asno, conociendo de cerca pueblos y veredas que le llevarían por esos trescientos y pico kilómetros, camino de retorno de su tierra de Lugo, En su mente llevaba la ilusión de volver a su casa para ver a sus seres queridos, señora e hijos y padres, aquellos días de finales de agosto, fueron bastante buenos, el calor no era demasiado agobiante, y con su sombrero de paja, podía aguantar el calor de la carretera, que por su arcén el transitaba si demasiados problemas. Fue una experiencia inolvidable, el pollino se portaba bien, era un burro de raza zamorana, que andaba bastante ligero, incluso subiendo por el Puerto del Manzanal, no se le veía cansado, ya que aquel hombre le daba de comer de vez en cuando, hierbas y paja de los rastrojos segados, más algún puñado de alfalfa que el asno agradecía, en menos de diez días aquel pollino o burro llegaba al domicilio del segador, y entrando en la cuadra del ganado, lanzo un rebuzno original. Los hijos del segador se alegraron de tan buena presencia, entendieron que sería parte de su vida, y que con el otro pollino labrarían sus fincas y huertos.
Parece ser que así fue, y aquella familia se sintieron felices al ver como aquel asno rebuznaba de vez en cuando, sin notar que protestara por el cambio de clima. G X Cantalapiedra.