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Qué hacen los estudiantes más brillantes de la Selectividad en Catalunya de hace 10 años
LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD
Una década después, alguno sigue estudiando, otros han triunfado y hay quien lamenta no haber valorado mejor las opciones laborales de los estudios que eligió, pero todos son felices haciendo lo que más les gusta

Cuatro estudiantes que brillaron en la selectividad cuentan cómo les fue diez años después LVG
MARIA BERGERA MATA, CARINA FARRERAS

25/06/2023 06:00 Actualizado a 25/06/2023 08:57
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Leia Jiménez Navarro, Gemma Muñoz Burgués, Marta Gil Bardají y José Alejandro Santamaría. Cuatro jóvenes catalanes que hace diez años triunfaron en selectividad con un 9,9, un 9,7, un 9,6 y un 9,7, respectivamente. Los cuatro confiesan haber estudiado la carrera de sus sueños, algo de lo que nunca se arrepentirán. Que luego el futuro te ponga en un sitio u otro… es algo impredecible, o no. Lo que tienen claro es que nunca hay que dejarse vencer por los obstáculos que van apareciendo en el camino, que sacar un diez en selectividad no te asegura el éxito económico, o sí, y que estudiar aquello que te mueve y te apasiona tiene la mejor de las recompensas: “Te da la felicidad”, coinciden estos cuatro universitarios, en su día, de nota. Cuentan a La Vanguardia su experiencia en esta última década. Trabajan o investigan sobre aquello que eligieron al dar el salta a la Universidad. Pero dejan claro que esta satisfacción por hacer lo que más les gusta no es sinónimo de éxito asegurado. Pese a ser tan brillantes en sus estudios, cuando llega la hora de volcar esos conocimientos en el mundo laboral las cosas no ruedan por sí solas. Hay que seguir formándose y su día a día no es muy diferente al del resto de personas de su edad, aunque puedan trabajar de lo que les gusta

Si hacen lo que les mueve acertarán
Leia Jiménez Navarro, 9,7 en selectividad de 2013
LEIA JIMÉNEZ NAVARRO
Filóloga
Leia Jiménez Navarro sacó un 9,7 en la selectividad de 2013 y, desde entonces, nunca ha dejado de estudiar. Dos carreras; Filología clásica y Filología catalana, un máster en Oxford de papirología griega, una tesis doctoral sobre la educación en la antigüedad, que aún está en proceso, y ¿por qué no hacer después un postdoctorado? Eso habrá que verlo. De momento Leia tiene muy clara su hoja de ruta. Quiere llegar a ser profesora universitaria y se encuentra en camino: “Hago lo que me gusta, aunque ello implique renunciar a ciertas cosas y hacer algún que otro sacrificio, lo importante es que mi trabajo me aporta una gran satisfacción personal”.

Y así es, Leia confiesa que dedicarse a la investigación exige reestablecer tus prioridades: "Hay que pasar largos periodos de tiempo en el extranjero, lo que implica pausar tus relaciones personales, separarte de tu familia y salir mucho de tu zona de confort". Además, la precariedad económica con la que hay que lidiar -"Hay veces que llegamos a fin de mes por los pelos", dice- y la incertidumbre profesional que eso genera son difíciles de llevar para esta joven filóloga que, a pesar de ello, vive enamorada de su profesión: “Hacemos que todo el mundo pueda disfrutar de su legado histórico-cultural y reconstruimos el pasado”, apunta, y añade que los expertos del lenguaje son esenciales en una sociedad bañada en la descontextualización y la desinformación.

Leia Jiménez, hace 10 años.
Hace unos años Leia recibió una beca para hacer un máster en Oxford, donde se especializó en papirología griega. Desde entonces, la joven catalana es una profesional recuperando textos perdidos con el paso del tiempo y salvándolos del olvido: "Lo que más me gusta es trabajar con correspondencia privada, leer cartas familiares de hace 2.000 años te da una visión de la intimidad y del día a día de esas personas que no tiene precio". Además, la papirología es una disciplina con pocos años de recorrido y mucha investigación por delante: "Eso hace que sea más fácil estar motivado".

Leia sabe que podría llenar su cartera si se dedicara a otra cosa, sin embargo, la satisfacción personal que le aportan los libros es incomparable al dinero que le darían las salidas profesionales tan "exitosas" del mercado laboral: "Tengo la suerte y lasatisfacción de hacer lo que me gusta, eso es lo más importante". Por eso, ahora aprovecha para mandar un mensaje a los más jóvenes, a los que se encuentran en la misma situación en la que estuvo ella hace diez años: "Si escogen lo que les gusta, lo que realmente les mueve, siempre acertarán".

Leia Jiménez
Leia Jiménez, ahora.
Tengo el trabajo de mis sueños"
Marta Gil-Bardají
Marta Gil Bardají
Directora de I+D en Vórtex
Marta Gil Bardají es otra de esas cabezas brillantes que en 2013 estuvo cerca de llegar al diez en las PAU de Catalunya. En su caso fue un 9,6 exactamente. Original de Barcelona y con una gran trayectoria profesional, Marta Gil se encuentra, diez años más tarde, como directora del departamento de Desarrollo e Investigación en Vórtex, una empresa catalana dedicada a la modelización atmosférica de la industria eólica: “Utilizamos los mismos modelos que se usan para predecir el tiempo, pero nosotros los utilizamos para estudiar el pasado y poder saber con mucho detalle qué viento hace en un sitio específico del mundo”. De esta manera, dan un pronóstico de la potencia que puede generarse en un sitio específico: “Ayudamos a las empresas que quieren construir un parque eólico a saber si el proyecto es viable o no”, resume la catalana.

Marta confiesa que tenía muy claro que quería estudiar Física y Matemáticas en la universidad. Sin embargo, fue al acabar la carrera cuando afloraron las dudas: ¿Ahora un máster? No lo tenía tan claro: “No sabía ni por dónde tirar cuando me puse a mirar qué opciones había, así que decidí ponerme a trabajar en directo. No quería precipitarme y acabar estudiando algo que luego no fuera a gustarme”. Y dio en la diana. Marta empezó a trabajar en Vórtex al terminar la carrera y dos años después, con algo de camino andado, se decantó por hacer una especialización en Meteorología: “Algo muy aplicado que al acabar la universidad no me hubiera imaginado haciendo”.