LA INEXISTENCIA DE UN DEBATE PÚBLICO ACERCA DEL TTIP...

LA INEXISTENCIA DE UN DEBATE PÚBLICO ACERCA DEL TTIP

De las 150.000 respuestas ciudadanas recibidas, sólo el 2% venían de España (3.000)

En España pocos han sido los medios privados que han informado sobre el Tratado. De hecho, El Mundo sólo recoge en su hemeroteca 18 noticias relacionadas con el TTIP durante los dos años de negociación. En El País, durante los últimos dos meses sólo hay cuatro referencias: dos son cartas al director y otras dos son tribunas abiertas que reflejan las voces de sus partidarios, una de ellas la firman Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, y Cecilia Malmström, comisaria europea de Comercio.

La falta de conocimiento de la opinión pública nacional sobre las consecuencias de este polémico tratado, a pesar de las campañas de organizaciones contrarias a este, quedó en evidencia cuando la Comisión realizó una consulta sobre el criticado mecanismo de arbitraje entre Estados e Inversores (llamado ISDS). De las 150.000 respuestas ciudadanas recibidas, SÓLO EL 2 POR CIENTO VENÍAN DE ESPAÑA.

“Cuanto más se informa al público de lo que está en juego con el TTIP, más impopular se vuelve el acuerdo, porque la gente entiende que tiene mucho que perder”, afirman desde el Corporate Europe Obsevatory en relación a la falta de información que hay en los medios sobre las consecuencias negativas de este tratado. Quizá sea por ello por lo que la Comisión Europea elaboró una estrategia de comunicación para “comunicar de manera adecuada” las ventajas del Tratado. En un documento filtrado se refleja el contexto del TTIP, los retos principales de su comunicación, así como los mensajes y objetivos sobre los que debe de girar el discurso de las partes interesadas en su firma.

Como afirma el Premio Nobel Paul Krugman en el New York Times. “Hay razones para apoyar este Tratado y razones para oponerse a él. Pero cuando la Cámara de Comercio de Estados Unidos hace de un acuerdo muy complicado su gran prioridad, y ofrece falsedades para justificarlo, deberíamos sospechar de que hay asuntos perversos ocultos en la letra pequeña”.