! Hola! De alguna manera tendré que saludarte a la...

! Hola! De alguna manera tendré que saludarte a la vez que me ahorro tiempo.
Al resto:! Hola! que conste que no hablo por hablar. No me detengo a leeros. Después de una semana de sequía, no es que no tenga nada que decir, es que no se por donde empezar.
Si decir que me he sentado a la orilla del mar, y solo palpado el agua: estaba muy fría. Sin embargo, el boli guiado por mi memoria, ha trazado líneas, y, mis oídos recabado la conversación de dos viudas, nada contentas con los retoños, que seguramente (decían) cuando regresen encontrarán las casa patas arriba.! Que a gusto, aquí, sin tener que recoger los trapos... lo malo será cuando regrese!-decía una- La otra hablaba de una boda, y de una cuñada empeñada en que llebara para tal evento un vestido, con el que ella dice estoy muy mona.! Como ella tiene todos los que quiere, a consta de mi hermano. que por cierto es un calzonazos.! hay si mi madre viviera! Mucho presumir, y si vieras lo desordenada que es para su casa. parece mas de esta época que de la nuestra.
! Un "encanto", eso es, un encanto lo que tengo por cuñada.! Pues diga lo que diga, no me pondré ese vestido, pues tengo la impresión de que voy desnuda. Pero su empeño es meterse en la vida de los demas. Y, a mi hermano, lo ignora, estoy seguro que coqueteará con todo el mundo y mi hermano, con cara de bobo sin enterarse de nada. Pero dejemos esto. Es bonito el mar. me gusta el ruido de las olas en su morir consatante y resurcitar de nuevo... Pero olvidaba decirte, que mi cuñada es muy dada a buenos lingotazos de coñac, Bueno la verdad es que no se priva de nada, Eso si de cocinar es un desastre y gracias a una chica que viene por horas, que si no...
TU, estás muy callada. A disfruitar mujer, que como estos hijos que hemos criado dicen: la vida son cuatro días...
Esta bastarda de cuñada, si se tuviera que valer, con las cuatro perras que me ha dejado mi marido que en gloria esté.! Que te voy a decir, una pensión de viuda, y poco mas, y porque mi marido era muy apañado... Oye, ¿sabes? Quisiera ser aquella gaviota blanca y volar con ella mar a delante, y no regresar jamás a la ciudad, por que ¿sabes, amiga?. tengo un hijo que ni estudia ni trabaja, y si he podido hacer este viaje, ha sido, porque de cada diez euros que me pide de paga le he ido sisando dos. Y es que hay que ver como se a puesto la luz, y el gas, y la calefacción. Y bueno que te voy a decir que no sepas...
Mira la gaviota se ha posado en aquellas piedras. Mira que bonita puesta del Sol. Pensar que cuando regrese, pasará tiempo sin ver algo parecido. Con mi marido me acercaba hasta un pinar, allí también me gustaba ver las puestas del sol... pero ninguna, te juro que ninguna como las de mi pueblo En una de ellas recibí de mi marido el primer beso. ¿La ciudad? en la cuidad tiempo tendremos de pensar mañana.
Elo, un abrazo. Este relato son solo una anotaciones, de lo poco que hemos parado estos días, y, pensando que hubiera deseado tener un ordenador.