EL #CACIQUE #CANARIO #EUFEMIANO #FUENTES #DÍAZ.-...

EL #CACIQUE #CANARIO #EUFEMIANO #FUENTES #DÍAZ.-

" (...) En La Favorita el olor a tabaco estaba impregnado en cada rincón de la fabrica, Eufemiano llegaba siempre muy temprano, vestido de blanco, se fumaba un Virginio y después de tomar un café con unas gotas de Cognac subía a su despacho, donde tras la enorme cristalera nos veía a todas trabajando, se pasaba horas mirándonos, vigilándonos con atención en silencio, no hacía nada más, varias veces en semana llamaba a uno de sus encargados, el vecino de Las Meleginas Antonio Camacho, más conocido como "El pistolas", al que encargaba que le trajera más "carne de mujer". Nos elegía entre más de trescientas que trabajábamos día y noche por turnos de más de doce horas sin parar en la industria tabaquera del cacique fascista de Santa Brigida.

"El pistolas" te tocaba el hombro y con su voz ronca de fumador empedernido, de consumidor habitual de ron de La Aldea, te decía:

-El amo quiere verte esta noche, a las ocho va el coche a buscarte a tu casa.

Si te negabas te amenazaban con asesinar y desaparecer a los hombres de tu familia, a tu padre, a tus hermanos, a tus hijos.

Recuerdo que Eufemiano era muy violento, te obligaba a ponerte ropas de su mujer, zagalejos rojos con mucho escote, todo tipo de ropa interior que había comprado en Francia, también le gustaba pegarnos, disfrutaba con nuestro dolor, con nuestra dominación. No teníamos salida, el derecho de pernada económico, la posible perdida de nuestros trabajos, la desaparición de nuestros familiares nos obligaba a no poder negarnos, porque si lo hacías ese mismo día iba la Guardia Civil a tu casa a llevarse para siempre a tus seres queridos.

Varias compañeras no volvieron jamás de su chalé de Santa Brigida, todas pensábamos que las asesinaba, ordenando tirarlas en alguno de los pozos de la zona centro de la isla de Gran Canaria.

A mi me rompió varias vertebras y la muñeca cuando me golpeaba con las porras de madera de sus guardias.

Cuando terminaba de violarnos, de hacernos de todo, nos recogía el coche de "El pistolas", en silencio nos llevaba a nuestras casas, nunca nos dejaba en la puerta, sino en la entrada del pago donde vivíamos, allí nos esperaba de madrugada nuestra familia consciente de que si llegábamos vivas, vendríamos destrozadas por los abusos de aquel monstruo..."

Fragmento de la entrevista a Paqui Fleitas Mederos en abril de 1977 en su casa de los LLanos de María Rivera (Gran Canaria).

NOTA: Texto publicado en el próximo libro de Francisco González Tejera, "Oráculo del olvido", que completará la trilogía "Crónica del genocidio fascista isleño", junto a "Tormenta en la memoria" y "Semilla de memoria".