Y porque siempre tenemos que callar los mismos perdimos...

No he vivido la guerra. Sé que fue una experiencia terrible que creó fracturas insalvables entre pueblos y familias. Se cometieron atrocidades que causa estremecimiento escuchar. Mi familia, como muchísimas otras, tuvo miembros en uno y otro bando. Las huellas no se borran, y, aunque en la familia el tiempo ha ido cicatrizando una parte de las heridas, quedan rincones en lo más profundo que salen disparados como por un resorte automático cuando se pronuncian palabras tabú, como “Franco”, o “rojos”.
No sé si la transición ha estado bien o mal hecha. Creo que debemos tener capacidad serena de mirar a la historia de ambos bandos y reconocer los errores propios y los aciertos ajenos, como ahora reconocemos los aciertos propios y los errores ajenos. No es fácil, entre otras razones, porque cada uno llevamos ya una interpretación de la historia muy condicionada, muy unilateral, y no aceptamos que se altere lo que consideramos intocable. De todos modos, si se ha hecho mal o no la transición, no lo sé, pero ha habido una intención clara por ambas partes de superar enfrentamientos y evitar encender rescoldos que sólo sirven para enconar posturas. Desde que se legalizó el PC, y Carrillo adquirió público protagonismo se intentó pasar página (que no es lo mismo que ocultar y callar la historia). Pasar página es aprender una lección para no repetirla, y dejar que sean los historiadores, no los políticos de uno u otro signo, los que nos aleccionen sobre lo que debemos conocer y cómo lo debemos interpretar.
Estoy muy conforme con que se hayan hecho homenajes y recuerdos a republicanos caídos, que se haya compensado, incluso económicamente, a quienes han sufrido las consecuencias de ser “perdedores” de una guerra fratricida. Pero no comparto una Ley de Memoria histórica puesta sólo al lado de un bando para triturar la armonía, interpretar los hechos y borrar los recuerdos. La historia es historia, y si no la sabemos ver serenamente quiere decir que aún no estamos preparados para una ley de memoria histórica que sea respetuosa con todos. Hay casos espeluznantes e incomprensibles en ambos bandos, y muchos de los horrores comenzaron cuando aún no se pensaba en la posibilidad de llegar a la guerra. El camino se fue preparando mientras se sembraba el odio. Lamento que Zapatero haya hecho tanto esfuerzo, digno de mejores causas, para dejarnos una España tan dividida y rencorosa como la que ahora tenemos, resucitando un clima que iba por buen camino y hubiera posibilitado sacar a la luz la verdad y toda la verdad de una tragedia que nadie quisiéramos revivir.

Y porque siempre tenemos que callar los mismos perdimos la fratricida guerra está la familia muy feliz entre nosotros, porque sabemos perdonar. ellos piensan lo mismo de su padre y abuelo viven de lo que robaron al pueblo Español el asesino murió en la cama y el resto no puede enterrar a los muertos ¿porque? ¿quién lo impide? ¿quién tiene ese poder? FRANCO SIGUE VIVO ¿por eso le rinden homenaje en el valle de los caídos y nadie se molesta?
Seguimos perdiendo los mismos los "rojos “con rabo y cuernos
No crees que si todos hicieran lo mismo que la otra parte que les dejamos en paz ¿porque no lo hacen ellos?
Un saludo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Comprendo el sentimiento de indignación que nos asalta en ocasiones ante algunas realidades y algunas manifestaciones. Puede ser realmente hiriente, pero si queremos curar heridas debemos partir de actitudes de perdón. Esas actitudes deben tenerse en ambos bandos. No tengas muy seguro que los que estuvieron en el bando de Franco han tenido todo tan felizmente. También en ese bando hubo heridas que el régimen no pudo curar. Familias destrozadas que “ganaron la guerra” pero” no ganaron la paz”. Porque ... (ver texto completo)