Aun siguen picando algunas personas que se han criado...

–LA CAZA DEL GAMUSINO-

Inocentada, puede definirse como la broma en la que cae una persona por ingenuidad, descuido o falta de malicia. Aunque el día que más se utiliza es el 28 de diciembre (día de los Santos Inocentes), no es óbice hacerla por cualquier motivo.

En la antigüedad El Bronco (Cáceres), como en otros muchos pueblos rurales, la inocentada más popular era la CAZA DEL GAMUSINO, que todavía se intenta urdir ya sin demasiado éxito.

El “gamusino” es un animal imaginario utilizado para gastar novatadas, tanto a niños como a forasteros venidos de la ciudad. Hay que convencerles de que es un animal de carne muy apreciada, esquivo, astuto, que vive en el campo y que sólo se puede capturar durante las noches oscuras.

Para ello los más experimentados (que son los del pueblo), la organizan argumentando que como conocedores del terreno, tienen batir el campo dando voces para ahuyentarlo y encauzarlo hacía el albañal o aliviadero de un cercado, donde previamente han apostado al novato, con un saco colocado en el hueco adaptado de la pared de un cercado, por donde presumiblemente entrará el gamusino; aconsejándole que lo debe cerrar inmediatamente cuando lo capture y no abrir hasta que esté en lugar seguro para que no escape.

Existen diversas conclusiones de esta pesada broma; unas veces se introducen piedras en el saco, otras es dejarlo abandonado durante un buen rato etc., pero la versión más exitosa es introducirle un gato o perro pequeño, que como es lógico se agita y patalea dentro del costal, lo que entusiasma al “cazador”, que contento con él al hombro, parte hacía la población, sin sospechar que va a ser el centro de las chanza, cuando descubran su contenido.
Saludos
Sixto

Aun siguen picando algunas personas que se han criado en la ciudad, aquí no hace mucho se la dimos a un madrileño... El pobre nunca habia oido hablar de eso y no era un niño, sino un paisano de más de 30 años... jajajaja, aun lo estoy viendo llegar a junto nosotros que estábamos en el bar con el saco al hombro cargado de piedras, y llamando a su mujer que ivan a comer de maravilla una esquisited parecida a la liebre, que se la ivamos a preparar nosotros... Reir nos reimos lo que quisimos del pobre, para compensarlo de tanta burla lo invitamos a vever todos los cubatas que quiso y al día siguiente a cenar a el y a su mujer unos botillos que preparamos un grupo de amigos todos los años.
Eso si, se lo tomo con humor y al final hasta el se partia de risa