“De las cosas y cómo se escriben” o “De los desatinos que se escriben cuando no admitimos, La Poesía

“De las cosas y cómo se escriben” o “De los desatinos que se escriben cuando no admitimos las críticas” o ”De cómo criticamos a quien no sabe escribirlas” o “Si unos se aprovechan al exponer política en Poesía, aprovechémonos todos y sálvese quien pueda”

Usías me perdonen, pues no me llego aquí a enmendar la plana al prójimo, mas, vengo a decir si no sería más correcto el ubicar cada cosa en su sitio, no mezclar churras con merinas y la política que aquí, y a más que jocosamente se ha sito, llevarla a su aposento y aunque lleve algún momento, facer acto contrito, y prontamente, ya sea más que un poquito, quedando en paz y bien con el leyente, que más relajado y en paz quedará el ego, o su ente, por más si ha de ser creyente. Pues si en poesía leo, de política, y de otro que retira después su escrito, a más de mordaz e hiriente hacia quien no sabe escribir el suyo, o por ser de izquierda el escribiente táchaselo de capullo, ignorante o mal dicente, dése cuenta él, o ellos, pues por aquí hay de esa más gente, que a quien replica por lo dicho y aplica adjetivos por capricho, a todos corta con misma tijera, o mide con igual vara por aferrarse a lo dicho, en seguir cometiendo faltas y poner verdades en lo escrito. Verdades que les hacen daño, por no querer reconocerlo y creerse acosados, al poner el otro empeño, en querer que se haga justicia en asunto de unos muertos, y esto, por poner solo un ejemplo, como en materia peliaguda que es inducir a una guerra, fratricida, entre hermanos por más señas, como después otro iluminado, vino a querer hacerla, allá al Oriente, en comparsa con los yanquis y con la gran…, Inglaterra.
Déjense ya de monsergas, tanto que ha ganado la derecha, como de que ha perdido la izquierda, que aquí perdemos todos, o todos ganamos, que ya se verá lo que sea. Fijémonos lo que escribimos, y dónde lo asentamos, ya que no es de recibo soltarlo donde le viene a mano y no se ve por ningún lado al que no quería hablar de política, que no solo en ello ha continuado, que a más a Literatura ha venido, a seguir involucrándonos. Si es porque en su garganta, se atropellan las palabras, no las abandone en cualquier sitio y déjense donde correspondan, o no aguijonee con lo escrito, pues después culpan a los izquierdistas por contestar y ustedes no sabiendo estar calladitos, es decir, el defecto de la derecha, cuando alguien les corrige y les atiza en la brecha, lo que les irrita en demasía, ponen acá y acullá una pica, que hasta siguen con la de Flandes, haciéndonos porfía y haciéndonos tragar, aun sin hambres, su manida política. Y no hay que “tirar la piedra y esconder la mano”, que aunque ahora no se lea, el libelo aquí se dejó, para que quien quisiera lo leyera, y eso es lo que pasó, que unos cuantos lo leímos y otro manifiesta reírse en sus adentros, al igual que en sus afueras. Por lo dicho, a ver si es de verdad que la política no se trae a este lugar, llevémonos bien en Literatura, ya sea prosa o verso, no piquemos más y dediquémonos a leer, o escribir, a cada uno lo que sea; pim pam pum, fuera.
AdriPozuelo (A. M. A.)