QUISO LLORAR A SU MADRE, EN AQUELLA NOCHE NEGRA.
Se respiraba el silencio, en aquella noche negra, era un dolor sin un precio que la conciencia sintiera. Su madre dejo esta vida entre llanto y amargura, viendo su ruta perdida tuvo ratos de locura. Una campana sonando daba la triste noticia, el pueblo se iba enterando de aquella mala primicia. Todo negro en esa casa para respetar conjuros, el dolor casi lo arrasa con sus momentos tan duros. Las palabras quedan rotas en los pasillos del tiempo, dicen algunas devotas habrá que hablar con el templo. Un responso de camino para relajar los llantos, todo que suena a divino a veces da sobresaltos. La madre sola en su caja es contemplada con miedo, dicen que el rezo relaja cuando se piensa en el credo. Las pasiones quedan rotas en la noche misteriosa, el frío marca las cotas de la madrugada hermosa. Lamentos que dejan huella en los amigos del alma, quieres ver la noche bella para revivir tu calma. Todo tiene su motivo, todo levanta emociones, sabes que cualquier festivo puede borrar tradiciones. Los rezos se van marchando con sus muchas oraciones, el duelo va presentando las nuevas complicaciones. Cada cual llora a sus muertos sin saber sus condiciones, algunos labios abiertos saben callar devociones. La madre ya no responde a los gritos de sus hijos, en el ambiente se esconde muchos sentimientos fijos. Luces de velas temblando en la larga madrugada, alguien que sigue rezando piensa en la noche enlutada. Lamentos con gritos fuertes salen de muchos rincones, dicen que existen las muertes repletas de confusiones. Todo es triste en esa noche de lamentos y verdades, nadie quiere hacer reproche si se escuchan vanidades. Las lagrimas son lamentos que van buscando armonía, lo escuchan algunos muertos la penosa sinfonía. La madrugada les llega sin hacer nada profundo, allí no existe alegría alguien se va de este mundo. Los abrazos se repiten para sentir devociones, los ecos puede que agiten sus dudas de conclusiones. El presente no es la gloria ni sabe de su camino, algunos guardan memoria de su pasado divino. Frases llenas de templanza en la madrugada oscura, todo se vuelve alabanza sin hacer su vida dura. Pasan palabras marcadas en los labios de la gente, son muchas horas penadas en aquel temido ambiente. Soledades de la vida, la soledad de la muerte, nadie queremos la herida que viene de flecha ardiente. La noche se fue pasando con recuerdos y emociones, aunque a veces fue dejando llantos llenos de razones. Velas que guardan distancia de esa caja funeraria, no existe la extravagancia en la noche solidaria. Sombras llenas de lamentos que te marcan la mañana, dicen que vives inventos de ver la noche profana. La luz del día renace y se sienten sus destellos, algunos ven que se nace en los momentos más bellos. Las palabras van sonando en la noche temblorosa, todos viven recordando aquella mujer hermosa. Las preguntas se amontonan sin encontrar la respuesta, muchas poco solucionan, la muerte jamás es fiesta. Los hijos lo van notando cuando miran a su madre, en el aire esta flotando algún recuerdo a su padre. Los comentarios se viven sin pedir nunca silencio, sobre las mentes se escriben sin hacer jamás desprecio. Todo tiene su motivo y sus fatales verdades, no se busca el adjetivo que dará las falsedades. Con la marcha funeraria la comitiva transita, a veces es solidaria que vive el agua bendita. Las lagrimas se hacen grandes en las tristes despedidas, mientras que las penas arden entre frases elegidas. El mañana queda lejos sin conocer el futuro, todo se vuelven complejos en un mundo tan oscuro.
G X Cantalapiedra.
Se respiraba el silencio, en aquella noche negra, era un dolor sin un precio que la conciencia sintiera. Su madre dejo esta vida entre llanto y amargura, viendo su ruta perdida tuvo ratos de locura. Una campana sonando daba la triste noticia, el pueblo se iba enterando de aquella mala primicia. Todo negro en esa casa para respetar conjuros, el dolor casi lo arrasa con sus momentos tan duros. Las palabras quedan rotas en los pasillos del tiempo, dicen algunas devotas habrá que hablar con el templo. Un responso de camino para relajar los llantos, todo que suena a divino a veces da sobresaltos. La madre sola en su caja es contemplada con miedo, dicen que el rezo relaja cuando se piensa en el credo. Las pasiones quedan rotas en la noche misteriosa, el frío marca las cotas de la madrugada hermosa. Lamentos que dejan huella en los amigos del alma, quieres ver la noche bella para revivir tu calma. Todo tiene su motivo, todo levanta emociones, sabes que cualquier festivo puede borrar tradiciones. Los rezos se van marchando con sus muchas oraciones, el duelo va presentando las nuevas complicaciones. Cada cual llora a sus muertos sin saber sus condiciones, algunos labios abiertos saben callar devociones. La madre ya no responde a los gritos de sus hijos, en el ambiente se esconde muchos sentimientos fijos. Luces de velas temblando en la larga madrugada, alguien que sigue rezando piensa en la noche enlutada. Lamentos con gritos fuertes salen de muchos rincones, dicen que existen las muertes repletas de confusiones. Todo es triste en esa noche de lamentos y verdades, nadie quiere hacer reproche si se escuchan vanidades. Las lagrimas son lamentos que van buscando armonía, lo escuchan algunos muertos la penosa sinfonía. La madrugada les llega sin hacer nada profundo, allí no existe alegría alguien se va de este mundo. Los abrazos se repiten para sentir devociones, los ecos puede que agiten sus dudas de conclusiones. El presente no es la gloria ni sabe de su camino, algunos guardan memoria de su pasado divino. Frases llenas de templanza en la madrugada oscura, todo se vuelve alabanza sin hacer su vida dura. Pasan palabras marcadas en los labios de la gente, son muchas horas penadas en aquel temido ambiente. Soledades de la vida, la soledad de la muerte, nadie queremos la herida que viene de flecha ardiente. La noche se fue pasando con recuerdos y emociones, aunque a veces fue dejando llantos llenos de razones. Velas que guardan distancia de esa caja funeraria, no existe la extravagancia en la noche solidaria. Sombras llenas de lamentos que te marcan la mañana, dicen que vives inventos de ver la noche profana. La luz del día renace y se sienten sus destellos, algunos ven que se nace en los momentos más bellos. Las palabras van sonando en la noche temblorosa, todos viven recordando aquella mujer hermosa. Las preguntas se amontonan sin encontrar la respuesta, muchas poco solucionan, la muerte jamás es fiesta. Los hijos lo van notando cuando miran a su madre, en el aire esta flotando algún recuerdo a su padre. Los comentarios se viven sin pedir nunca silencio, sobre las mentes se escriben sin hacer jamás desprecio. Todo tiene su motivo y sus fatales verdades, no se busca el adjetivo que dará las falsedades. Con la marcha funeraria la comitiva transita, a veces es solidaria que vive el agua bendita. Las lagrimas se hacen grandes en las tristes despedidas, mientras que las penas arden entre frases elegidas. El mañana queda lejos sin conocer el futuro, todo se vuelven complejos en un mundo tan oscuro.
G X Cantalapiedra.