NAVIDAD EN CIUDADES,
NAVIDAD EN EL CAMPO.

Va a ser Navidad, fecha entrañable
para hacer proyectos e ideas
Brillan cientos de luces en calles
con adornos y guirnaldas
bajo un cielo sin estrellas.

Vender, regalos, vender, abrazos.
Paz, amor, felicidad y un nuevo año.
Todo un retablo que nos venden y compramos.
Comeremos, beberemos regalados.

Fuera está cayendo nieve, realidad sin luces,
corazones desamparados, campos desnudos,
fuentes que claman por sus vidas:
Agua de lluvia, fina, que brilla sin adornos,
viento con honda melodía de los tiempos
que retumba y yacen columpiados y sacuden sus ofensas.

El humo va mordiendo poco a poco el cielo.
Dentro: calor, sosiego y buenos sentimientos.
Fuera: denso humo que mastican nuestras nubes.

Sin luces, sin adornos, sin guirnarlas,
brilla la Navidad en el campo.
Lloverá, ¡ya brilla el agua!
Nieve de gran pureza ilumina, ciega y limpia
todo resto e impurezas.

Fría y blanca como la luna del invierno.
Sin luces, sin adornos, sin guirnaldas
brilla la Navidad en el campo.

Mudo campo de silencio
que guardas intacto tu secreto.
Hoy invierno y mañana, primavera.
Hoy desnudo, y volverás hermoso
cantando como el agua entre los juncos,
melodías que no pueden mis poemas
encerrar porque eres libre y real.

Solo tú, Naturaleza,
posees el don de la verdad.
Porque hay luces que son falsas,
que brillan porque engañan,
que enmascaran y se tiñen e mentira.

Solo tú Naturaleza
posees el don de la verdad.
Solo tú, haces justicia
y de vez en cuando ruges
arrollando y destruyendo sueños.
Huracanes y tormentas que desatas
sobre la faz perfecta de la tierra.

Si canta un río o un arroyo
nos limitamos a desoír su mensaje.
Se acallan sentimientos, que no hablen.
Pero ella asola inexorable.