CAMPOS DE CEREAL

Tierra abierta al sol y a la esperanza,
sin mentira, y coronada de fieles
y rojas amapolas entre los cereales,
hoy dorados, y ayer; juncos de la vega.

Densos y flotantes mares de nostalgia,
sublimes y esbeltos, hasta tocar el cielo.
Elevando una canción, allá en lo alto
desde el espacio que ocupan en su tierra.

Música centenaria de los trigos,
ya espigados en duro y denso grano,
diluyendo su aroma junto al río.

Donde se contonean los lisos álamos
de plateadas hojas al viento trepidante
mientras sueñan y gozan con su abrazo.

Carmen García